Mostrando entradas con la etiqueta reflexiones. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta reflexiones. Mostrar todas las entradas

lunes, noviembre 15, 2010

Tras las huellas del capitán Salgueiro Maia

20 de agosto de 2010. Castelo de Vide

Rodeado por la Sierra de São Mamede y conectado con una carretera flanqueada de alamedas, distante unos 16 kilómetros de la raya hispano-portuguesa, se encuentra este pueblo portugués del Alentejo. Además de su castillo, su judería y sus fuentes, visitarlo tiene un simbólico aliciente: allí nació en 1944 el capitán Fernando José Salgueiro Maia.

Para muchos españoles, este nombre quizá no les dirá nada. Aunque este desconocimiento haya cambiado mucho gracias al periodista Diego Carcedo, con su libro Fusiles y claveles; y la cineasta Maria de Medeiros, con su película Capitanes de abril (en la que Stefano Accorsi interpreta al propio capitán). Sin embargo, para los portugueses, remite a un episodio crucial de su historia reciente: el 25 de abril de 1974. Ese día, la emisión radiofónica de E depois do adeus y Grândola, vila morena (canciones que se utilizaron como señal) dio paso a un golpe militar, protagonizado por el llamado Movimento das Forças Armadas. Su victoria provocó el fin de una dictadura de 48 años e inició el proceso de Transición a la Democracia.

Salgueiro Maia, capitán de la Escola Práctica de Cavalaria de Santarém, fue el encargado de desarrollar las operaciones militares para tomar los edificios gubernamentales en Lisboa. Sus unidades llegaron al Terreiro do Paço (actual Praça do Comércio), donde se encuentran los ministerios. Cerca, tuvieron un encuentro con fuerzas leales a la dictadura, en la que Salgueiro Maia se jugó el tipo para conseguir que se unieran a la causa.

Después de asegurar el control de los ministerios y con centenares de personas que abarrotaban las calles, aclamando a los soldados, se dirigieron al Largo do Carmo. En esa plazoleta del Chiado, se habían refugiado en el cuartel de la Guardia Nacional Republicana el presidente de la República, almirante Américo Thomaz; el presidente del Consejo, Marcelo Caetano; y varios ministros. Tras un tiroteo y arduas negociaciones, Caetano se rindió y Salgueiro Maia le dio escolta hasta el aeropuerto. Ese día pasaría a la historia como la “Revolución de los Claveles”. Bien por iniciativa de las floristas de Lisboa, bien por la de una camarera de un restaurante que los había comprado, se distribuyeron claveles entre los soldados, que optaron por colocarlos en sus solapas, orejas y las bocas de sus fusiles.

Tras el 25 de abril, Salgueiro Maia nunca se alió al poder político y optó por ocupar responsabilidades estrictamente militares. En 1989 se le detectó un cáncer y, pese a que se sometió a una operación, falleció en abril de 1992. Fue sepultado en su pueblo natal, ante la presencia de los cuatro primeros presidentes de la República tras el 25 de abril: Spínola, Costa Gomes, Ramalho Eanes y Mário Soares.

Dieciocho años después de su muerte, en aquel día de agosto me había prometido a mí mismo no marcharme de Portugal sin ver la tumba del capitán. Gracias a un plano del pueblo, quedaba claro que el cementerio se encontraba debajo de unas pistas de atletismo, situadas al lado de la N246-1 (la carretera de acceso a Portugal desde Valencia de Alcántara).

Efectivamente, no tenía pérdida. Entre unas pistas de atletismo y una planta embotelladora, rodeado de jardines y precedido por el edificio de una iglesia, se encontraba a pocos metros la cancela del cementerio. La emoción me embargaba cuando me introduje en la primera calle.




Una primera ojeada me hizo detenerme en los mausoleos y las tumbas más llamativas, a la par que leía los nombres. Poco a poco, iba acelerando el paso mientras empezaba a preocuparme la posibilidad de no encontrarla. Había tomado la primera calle del cementerio, a la izquierda, y no estaba obteniendo el resultado apetecido. Bajé por otra calle (sería la de la derecha, entrando por la puerta principal) y divisé a unos hombres. Estaba tentado de preguntarles cuando, de improviso, una lápida me sacó de mi desazón. Allí estaba, entre una inscripción dedicada a los caídos y varias tumbas de ex veteranos de guerras coloniales y de operaciones militares en el extranjero.



Ante mis ojos tenía el último reposo del héroe de aquel día, al que había contemplado en fotos y reportajes.



Sé que esta sensación no sería compartida con mucha gente, pero fue un momento mágico: experimentar el vínculo entre el pasado y el presente, entre una realidad que no has vivido directamente y tu cotidianeidad. El silencio del lugar, tan sólo roto por el murmullo de alguna conversación lejana y por los sonidos propios de la naturaleza, así como el paisaje invitaban a reflexionar. Como aprendiz de historiador, era consciente de la necesidad de no idealizar ese pasado reciente (el proceso revolucionario y de transición a la democracia en Portugal resultó complejo). Pero no por ello podía dejar de mostrar simpatías hacia esa persona, que consideró aquella madrugada de abril que tenía que hacer lo que tenía que hacer. Que decidió cumplir con un compromiso moral y se embarcó en aquella, a priori, incierta aventura.



Para más información:

- DUARTE, António de Sousa: Salgueiro Maia. Um homem da liberdade, Lisboa: Âncora Editora, 1999.

- SÁNCHEZ CERVELLÓ, Josep: La Revolución de los Claveles en Portugal, Madrid: Arco Libros, 1997.

- TORRE GÓMEZ, Hipólito de la; SÁNCHEZ CERVELLÓ, Josep: Portugal: la revolución de la democracia, Madrid: UNED, 2001 (VHS).

jueves, febrero 28, 2008

Dos manifestaciones para el 1 de marzo



El próximo sábado se celebrarán dos convocatorias. La primera, una manifestación en defensa de otro modelo de investigación y para protestar contra la precariedad de los jóvenes investigadores en España. La segunda, una sentada en varias ciudades a favor de una vivienda digna y contra la especulación.

Estos dos acontecimientos pueden hacernos reflexionar sobre el poder de la condición de ciudadano/a, sobre todo en estas fechas tan señaladas. Esta condición no se limita a votar cada cuatro años, sino también a dar ejemplo, predicar y poner en práctica una serie de valores cívicos (respeto, tolerancia, etc) y movilizarse por una causa justa. También, advertirle a los políticos que si dicen representar los intereses de la ciudadanía, deben cambiar ciertas actitudes y escuchar más.

Podéis encontrar más información en Asociación de Jóvenes Investigadores Precarios de Granada y V de Vivienda.

Por favor, difundid la información y, sobre todo, participad si podéis

miércoles, febrero 20, 2008

¿Qué le pido a una universidad?

Hace cinco años y medio cogí hice las maletas para empezar la carrera de Historia fuera de mi tierra, en Granada. Esta experiencia, junto con la vida en el Colegio Mayor, me sirvió para crecer y, aunque pueda parecer contradictorio, apreciar más a Jaén, desde la distancia.

El caso es que desde hace bastante tiempo he encaminado mis proyectos de futuro hacia la docencia y la investigación en la Universidad. Soy consciente de las dificultades de esa salida profesional, pero me gusta por varias razones. He estado meditando sobre lo que le pediría a una universidad como centro de trabajo y sería lo siguiente:

1. Que los alumnos/as tuvieran motivación y vocación, en la medida de lo posible.

2. Que ofreciera medios para desempeñar esa doble responsabilidad (docencia e investigación).

3. Que no fuera reducto de "camarillas" o, en su defecto, evitar que las enemistades y rivalidades impidieran la proyección y despegue del departamento o facultad en cuestión.

4. Que sus profesores fueran receptivos, plantearan iniciativas e informasen a sus alumnos a la hora de organizar eventos culturales.

5. Que existiera una cierta rotación con otras universidades, de forma que pasaran continuamente profesores visitantes por sus aulas.

6. Que fomentara la inquietud por saber, el pensamiento crítico, el diálogo y la tolerancia. O, por lo menos, que transmitiese algo a los alumnos/as por medio del debate y la discusión.

El tratamiento a Jaén

Puede parecer un poco "chovinista" y desfasado temporalmente hablar de la Nochevieja jiennense a estas alturas del año. ¿La razón? Quería retomar el blog con un post antiguo remodelado (ya lo publiqué en Cruce de caminos) y tener algún momento de sano ejercicio ciudadano del pataleo. Que propio, ¿no es así? Elegir fechas próximas a la campaña electoral para sacar estos temas. Acaso me voy dando cuenta de la importancia moral del voto (no es un cheque en blanco para los políticos) y que la ciudadanía debe movilizarse a favor de las causas que considera justas.

La pasada Nochevieja Canal Sur retransmitió las campanadas de fin de año desde la Catedral de Jaén. Y, en conciencia, debo protestar por la forma en que se hizo. Entiendo, como me advirtió un amigo mío, que el objetivo no era tanto promocionar la ciudad a través del evento como mantener la audiencia. Pero pienso que una cosa no estaba reñida con la otra.

Según cómo los viví, los hechos sucedieron así:

* 31 de diciembre de 2007, 23:48. El especial de Juan y medio hace una pausa para retransmitir las campanadas desde la Plaza de Santa María, en Jaén.

* 23:50 horas. Los presentadores del especial permanecen en una sala frente a la Catedral, pero sin salir al balcón o mostrar la plaza al fondo. Anuncian que van a hacer un simulacro, original eso sí (con cencerros), pero con poca antelación.

* Al mismo tiempo: En la Plaza se concentran numerosas personas. La iluminación normal de la Catedral se ha apagado y la están mostrando iluminada con focos de colores, sin que se pueda distinguir bien su monumentalidad.

* 0:00 horas. El reloj de la Catedral da los correspondientes tañidos.

* 0:01 horas. La Catedral sigue iluminada con focos de colores y se lanzan desde otro punto de la ciudad fuegos artificiales.

Posibles críticas:

* Cuando una ciudad sale en televisión para algo bueno, sobre todo una ciudad provinciana que debe promocionarse como Jaén, debería cuidarse la imagen que se da de ella (en este caso, de su Catedral, sobre todo si se quiere conseguir que sea declarada Patrimonio de la Humanidad).

* ¿No deberían de haber salido los presentadores al exterior y así ofrecer una visión diferente de la Plaza?

* ¿No podrían haber indicado alguno de ellos o desde los estudios de televisión el orden de las campanadas conforme se iban dando?

* ¿No podría haberse respetado la iluminación normal de la Catedral, apagándose un momento e iluminando su reloj con focos, para luego volver a encenderla tras las campanadas?

Claro que, si alguien lee esto, puede pensar tres cosas:

1. Soy el típico jaenero que critica todas las innovaciones en su ciudad, sean buenas o malas. De esos que decían que el castillo, estas Navidades, parecía un lupanar (por no decir una cosa peor), con la iluminación de colorines; y a los que Jesús Tíscar calificaba en un artículo en el Jaén como "tristes".

2. Que soy un jaenero tradicional cuya crítica esconde una intencionalidad política o un planteamiento sectario (si lo hace tal partido, está mal y pierden el tiempo tratando de convencerme de lo contrario).

3. Que no tengo en cuenta el enorme esfuerzo y trabajo de los profesionales de la televisión (periodistas, realizadores, etc).

Afortunadamente, en esta vida las cosas no son blancas o negras. Todos somos subjetivos y cada cual analiza la realidad en función de sus intereses, formación, ideología, etc. Por tanto:

1. Como ciudadano tengo derecho a criticar lo que creo que podría mejorarse, independientemente del color político del Ayuntamiento o del Gobierno autonómico.

2. Podría haberse hecho de otra manera, pues había medios para ello. No es una jornada cualquiera, son las campanadas de Nochevieja y van a tener una audiencia considerable. Se puede vender una buena imagen de un ciudad.

3. Importantes cargos de la Junta han sido elegidos por los jiennenses. Deberían reclamarle al ente público autonómico (Canal Sur) que se preocupe por promocionar la ciudad donde se retransmiten las campanadas

domingo, mayo 06, 2007

Una lección de madurez política para España y el mundo


Hoy los franceses deciden en segunda vuelta quién será su presidente/a. Si ya de por sí hace dos semanas la primera vuelta tuvo una alta participación (84 % aproximadamente), esta segunda convocatoria no es menos sorprendente en ese sentido: según el periódico Liberation, a las 5 de la tarde había votado un ¡75,11 % del censo! ¡Tres cuartas partes de los electores!

Habrá que estar atento a los resultados finales de participación y del escrutinio que, confío, nos deparen alguna que otra sorpresa. Por lo pronto, Francia ha dado una lección de madurez política a su vecina España y al mundo. Lejos de abstenerse, de dar la espalda al sistema, los ciudadanos y ciudadanas del país vecino han acudido a votar con la esperanza, quizá vana e idealista, pero con la conciencia tranquila, de que podrán exigirle a su clase política que respondan a sus necesidades y, en caso contrario, podrán manifestar su desacuerdo y resentimiento. Y eso, precisamente, no es moco de pavo, pues cuanto más porcentaje de participación, menos arbitrario debe ser el poder, pues se le fiscaliza de esta manera y no dispone de un amplio margen de maniobra para hacer y deshacer a su antojo, como si ocurriría si la mayoría de la gente pasase de votar y mostrase su desinterés.

Actualización 21:32 horas: Según algunos sondeos, se ha alcanzado un 85,48% aproximadamente de participación, uno de los más altos de la V República francesa junto con los resultados de 1974 (87,33 %) y 1981 (85,85 %).

Actualización 21:52 horas: Sarkozy, nuevo presidente de la República francesa, con el 53 % aproximado de los votos. Ver resultados por departamentos.

viernes, mayo 04, 2007

Negras tormentas se ciernen sobre la cultura en España

Se confirma que la Unión Europea nos obligará a pagar el canon por el préstamo de libros y material audiovisual en las bibliotecas en concepto de derechos de autor. Aunque probablemente esto se tratará de paliar desviando fondos destinado a la compra de libros para que no repercuta en el bolsillos de los ciudadanos/as, me parece vergonzoso, pues acaba con la pretensión de llevar la cultura a todo el mundo de forma gratuita. ¿Es esta acaso la mejor forma de incentivar la lectura en un país como es España, con bajos índices de ésta?

Más información en Ministerio de Cultura.

jueves, mayo 03, 2007

¡Qué envidia (sana, por supuesto)!


El domingo por la mañana me acerqué con Fernando Arjona, S.J. y Williams, S.J. a Plaza Nueva, con motivo del abrazo a la Alhambra. Esta hermosa e impactante iniciativa, en la que se volcaron amplios sectores de la sociedad granadina, consiguió reunir a 8.000 voluntarios participantes, que rodearon el monumento desde Plaza Nueva pasando por Paseo de los Tristes, Cuesta de los Chinos, Cuesta de Gomérez, etc. En el escenario que se había montado en Plaza Nueva actuaron tres tunas unidas por un mismo proyecto: la de mi colegio, el Loyola; y de las Facultades de Ciencias y Aparejadores.
Ante el espectáculo que tenía lugar delante de mis ojos, pensé lo mucho que cuestan conseguir los sueños (en este caso, que la Alhambra sea declarada una de las siete maravillas del mundo) y lo grandioso que supone que personas de diferente condición se unan para conseguirlo. Me vino a la memoria el ejemplo de Lugo, donde hace años sus habitantes tomaron la iniciativa de rodear su vieja Muralla con libros guardados en bolsas de plástico, para llamar la atención y que el monumento consiguiese la declaración de Patrimonio de la Humanidad, como al final sucedió. Es hermoso, verdaderamente una lección de trabajo en equipo y de tesón. ¡Qué envidia! ¡Ojalá los jiennenses nos movilizásemos de una vez por todas para exigir mejores servicios en el transporte y para conseguir que la Catedral fuese declarada Patrimonio de la Humanidad! ¿Será desinterés o bien tendrá que ver con la concepción que tenemos en Jaén de nuestra propia ciudad, a diferencia de los granadinos con la suya? Si es lo segundo, ya va siendo hora de que seamos nosotros mismos los que levantemos la cabeza y luchemos con orgullo para hacer de nuestra ciudad un entorno habitable y apreciado.

lunes, abril 09, 2007

Ensayo sobre la lucidez


Durante las vacaciones de Semana Santa me propuse aprovechar al máximo mi tiempo. Al final, para variar, no pude hacer ni la mitad. Sin embargo, me alegro de haberme decidido por fin a afrontar una de mis lecturas pendientes: Ensayo sobre la lucidez, de José Saramago. La novela me encantó por su argumento y me llamaron la atención los personajes del comisario, el alcalde de la ciudad y los ministros de justicia y cultura por su integridad y honradez ante los acontecimientos. Del libro he sacado una frase, que bien podría resumir esta magnífica crítica contra el poder establecido cuando no acepta la madurez de sus ciudadanos a través de una democracia participativa y no meramente representativa:

Nacemos, y en ese momento es como si hubiéramos firmado un pacto para toda la vida, pero puede llegar el día en que nos preguntemos: ¿Quién ha firmado esto por mí?


Dicha cita me hizo recordar otra, que nos enseñó Pérez Fresquet en el curso de desarrollo de habilidades que estamos haciendo en mi colegio:

Si tú no piensas, alguien lo hará por ti

domingo, marzo 11, 2007

Esa parte de la Historia que hay que rescatar

Mi compañera Isa me ha enviado un correo (lo cual se lo agradezco) con el siguiente artículo de Eduardo Galeano, que quiero compartir con vosotros:

Día de la Mujer Trabajadora

Si B. Franklin hubiera nacido mujer

1778, Filadelfia. Si él hubiera nacido mujer

De los dieciséis hermanos de Benjamín Franklin, Jane es la que más se le parece en talento y fuerza de voluntad.

Pero a la edad en que Benjamín se marchó de casa para abrirse camino, Jane se casó con un talabartero pobre, que la aceptó sin dote, y diez meses después dio a luz su primer hijo. Desde entonces, durante un cuarto de siglo, Jane tuvo un hijo cada dos años. Algunos niños murieron, y cada muerte le abrió un tajo en el pecho. Los que vivieron exigieron comida, abrigo, instrucción y consuelo. Jane pasó noches en vela acunando a los que lloraban, lavó montañas de ropa, bañó montoneras de niños, corrió del mercado a la cocina, fregó torres de paltos, enseñó abecedarios y oficios, trabajó codo a codo con su marido en el taller y atendió a los huéspedes cuyo alquiler ayudaba a llenar la olla. Jane fue esposa devota y viuda ejemplar; y cuando ya estuvieron crecidos los hijos, se hizo cargo de sus propios padres achacosos y de sus hijas solteronas y de sus nietos sin amparo.

Jane jamás conoció el placer de dejarse flotar en un lago, llevada a la deriva por un hilo de cometa, como suele hacer Benjamín a pesar de sus años. Jane nunca tuvo tiempo de pensar, ni se permitió dudar. Benjamín sigue siendo un amante fervoroso, pero Jane ignora que el sexo puede producir algo más que hijos.

Benjamín, fundador de una nación de inventores, es un gran hombre de todos los tiempos. Jane es una mujer de su tiempo, igual a casi todas las mujeres de todos los tiempos, que ha cumplido su deber en esta tierra y ha expiado su parte de culpa en la maldición bíblica. Ella ha hecho lo posible por no volverse loca y ha buscado, en vano, un poco de silencio.

Su caso carecerá de interés para los historiadores.

Eduardo Galeano- Memorias del viento

miércoles, febrero 28, 2007

Las nuevas formas de movilización: Jornada de móviles apagados


Se diría que vivimos en un mundo postmoderno, individualista al máximo, en donde experiencias como el "mayo francés" de 1968 no tienen cabida. También, da la impresión de que la gente, y en particular los jóvenes, no tienen un proyecto de vida por el cual luchar. Que ha desaparecido el idealismo de antaño. Que todo es perfecto y vivimos en una sociedad en la que no vale la pena moverse. Pero esto no es cierto. Puede que ahora no tenga sentido hacer la revolución, "politizar" a la sociedad. Sin embargo, mi generación (la de 1984, la de Orwell, el Gran Hermano, ...) tiene y tendrá que hacer frente a retos que la de nuestros padres ni se habrían planteado. Al problema del paro se añade ahora la lucha por un empleo estable y de calidad. A la falta de oportunidades se añade la destrucción y reconversión de empleos. Al despido ahora se suman las prejubilaciones. A las dificultades derivadas de independizarse de los padres se añade el problema de la vivienda. A la necesidad de formarse para el mercado laboral, se añade el problema de reunir una serie de habilidades (informáticas, idiomas, trabajo en equipo).

Son nuevos retos, nuevos problemas, que han dado lugar a nuevas formas de movilización social. Por ejemplo, las manifestaciones convocadas vía sms en la tarde del 13 de marzo de 2004. Por ejemplo, las sentadas a favor de una vivienda digna. Por ejemplo, las convocatorias de concentraciones a través del correo electrónico.

En este contexto, ha surgido la iniciativa de los móviles caídos o apagados. Se trata de que los consumidores intentemos hacer fuerza frente a las abusivas subidas en las tarifas. Puede que no sirva de mucho. ¿O acaso es lo que se nos quiere hacer creer? Los cambios se consiguen pensando globalmente y actuando localmente. Es como una cadena, un granito de arena. Puede que se fracase, pero ¿y la satisfacción personal que te queda al haber participado? Por eso, mañana jueves 1 de marzo, apaguemos los móviles. Que se enteren un poco que existimos y que no nos movilizamos sólo para echar un voto en una urna cada cierto tiempo. No lo dudéis.

martes, febrero 13, 2007

Unos tanto y otros tan poco

Hay que fastidiarse, con lo mal repartido que está el mundo y tener que vivir para leer la siguiente noticia.

domingo, enero 28, 2007

Carrita

Querido Miguel,

Sé que te sorprenderán estas líneas, pero hace tiempo que deseaba desahogarme y reconciliarme con mis fantasmas del pasado. Sí, es extraño que escriba esta carta en mi blog, pero es que quiero hacer pública expiación de mis culpas. Ignoro si es por el peso de éstas, porque ya presiento el final de mi estancia en el Colegio o por la suma de las dos razones. De lo que sí estoy seguro es de que la conversación que tuve hace dos semanas con Calcu, después de la sesión del Cine alternativo, me ha inspirado a la hora de escribir lo que sigue.

Comenzamos nuestra andadura como compañeros de promoción en el Mayor en aquel ya lejano mes de septiembre de 2002. Tú tenías 16 años, mientras que a mí todavia me quedaban dos meses para cumplir los 18. Tú ya, en cierto modo, habías tenido vinculación con el Colegio por la estancia en el mismo de tu hermano mayor. Yo, en cambio, sólo había oído hablar de los jesuitas, pero ni conocía el centro ni tenía familiar alguno que hubiese estado en él. Tú procedías de un pueblo del que hasta entonces no tenía conocimiento de su existencia: Carratraca. Yo, de una ciudad que había sido mi burbuja hasta la fecha y a la que, prácticamente, se reducía mi mundo cotidiano: Jaén.

Durante nuestro primer año, lo reconozco, te juzgué mal. Bien fuera porque no congeniaba con tu carácter, con ciertas costumbres, porque los dos somos muy diferentes, te veía como el típico novato que iba a consentir que le hicieran de todo para luego emular a su hermano. Sí, hijo mío, por desgracia (o por suerte) lo mío no son las predicciones ni sacar un perfil psicológico acertado de las personas a través de la primera impresión que te dejan. Me paso contigo y me ha pasado con otros amigos y conocidos. Un defecto que en lo sucesivo tendré que corregir.

En cambio, durante nuestro segundo año, aprendí a conocerte un poco mejor. Ya no me parecías ese supuesto muchacho que vivía bajo las sombra de la herencia dejada por su hermano. Incluso, podía discutir contigo de política. Aún así, todavía quedaba mucho para que terminara de hacerme una idea de ti.

Pero he de reconocer que un gesto que me sorprendió de ti y que me reveló la lealtad que profesas a tus amigos fue cuando intercediste por Juan el Pika y algunos de sus compañeros de promoción en la cabalgata de novatos, al discutir con unos veteranos. Daba igual que te hubieses presentado a las elecciones al Consejo Colegial de ese curso (nuestro tercer año) en una candidatura poco seria y que siguieses manteniendo esa aureola de niño travieso, por decirlo de algún modo. Fue un gesto difícil de olvidar.

Nuestro cuarto año parecía que, en la medida de nuestras diferencias, se estaba desarrollando con un buen trato mutuo. Sin embargo, nuestras divergencias en el blog chungo (pese a la filosofía escasamente seria de dicho espacio), que iban a mayores debido al posicionamiento que ambos manteníamos -tú en CF, yo en la CCCP-, terminaron por enturbiar, de alguna forma, dicha relación. Aquí he de hacer autocrítica y me veo en la obligación de pedirte disculpas por la forma en que reaccioné tras lo que vosotros llamásteis "Operación Café". Aunque enumere una serie de argumentos que explicarían mi comportamiento entonces, ello no quiere decir que tuviese razón.

Empezaría diciéndote que, desde pequeño, me tomo en serio la mayoría de las cosas y que me cuesta trabajo aceptar ciertas bromas, sobre todo si son pesadas, se me "restriegan" de forma continuada (sí, es un problema que vengo arrastrando de la escuela) o afectan a pilares de mi escala de valores (la lealtad, la coherencia, etc). Luego, seguramente, pasaría a comentarte que entre mis numerosos defectos se cuenta el ser un poco crédulo, inocente e iluso.


A continuación, alegaría que aquel curso 2005/2006 no se prometía fácil, tanto en lo académico como en lo personal. Tenía asignaturas que sabía de antemano que o no iban a ser de mi devoción o me iba a costar trabajo sacarlas. Tenía que hacer frente a un calendario de exámenes que, a diferencia de otros compañeros, se iba a prolongar hasta el 10 de marzo. Tenía por delante ciertos compromisos con mis compañeros de carrera a la hora de organizar el viaje de fin de estudios. Tenía el firme propósito de presentarme por primera vez como candidato a las elecciones al Consejo Colegial, deseoso de hacer política activa en el Mayor y volcarme más con el mismo. Tenía en marcha una investigación de una beca que me habían concedido y había solicitado otra, pensando que me la iban a dar. Se habían producido varias rupturas de parejas de amigos míos. Pero, obviamente, ignoraba de qué forma se iban a desarrollar los acontecimientos que se sucedieron en todos esos meses y cuan razón tienen aquellos que afirman que se aprende de los malos momentos.

Después, te comentaría lo enojado que estuve durante aquellos días de febrero por lo que pasó, por la forma en la que obrásteis, que no os dirigía apenas la palabra como queriendo evitar el tema y mi mirada delataba mi enfado. Sí, tiempo después comprendí que sólo convenía tomárselo a broma y las bellísimas personas que sois en realidad (en el mejor de los sentidos, por supuesto). No ha sido sino ahora cuando me he sentido identificado con las preocupaciones que tenía Juanfer a finales de 2004 y principios de 2005 y que expresó en su blog.


Pero entonces pretender aquello con mis circunstancias particulares era pedir algo casi inasequible. A eso se unía una sensación que rondaba por mi cabeza en aquellos meses y que influía en mi ánimo: la de creerme un inadaptado al ambiente predominante del Mayor, que éste parecía no ofrecerme posibilidades para realizarme por culpa de no comulgar con ciertas ideas. Sabía perfectamente cuando me presenté por primera vez a las elecciones que no iba a resultar elegido (si Luis no lo había conseguido, ¿por qué yo iba a ser menos?), pero quería intentarlo. Pero cuando una persona, por las circunstancias que sea, se ve trabada en su búsqueda de caminos de caminos para su crecimiento personal, aunque sea a nivel político, se frustra, se “quema” porque no entiende qué ha hecho mal, no comprende la arbitrariedad si cree en la "justicia" y en la legalidad vigente; piensa que el sistema no es capaz de integrar a todo el mundo y pierde la ilusión, la esperanza y la confianza.

Finalmente, recordaría otra ocasión en la que indirectamente volvimos a dejar patentes nuestras diferencias. Fue una tarde, cuando me acerqué a la mesa en donde Luis, tú y otros estábais disputando una partida de dominó y os pregunté si queríais sumaros a la sentada a favor de una vivienda digna y me diste por respuesta un comentario que me molestó entonces (aunque también fuese una broma, determinada por tu carácter guasón o por tus creencias políticas).

En resumidas cuentas, estos cinco años se han caracterizado por estar plagados de anécdotas, de buenos momentos y de altibajos. Con toda seguridad, nos separaremos y cada uno seguirá su camino. Mantendremos nuestras divergencias ideológicas, de carácter, nuestros proyectos de vida, nuestras experiencias, nuestros puntos de vista, etc. Pero confío en que sepas comprender a este viejo compañero (viejo en años, que no por ello más sabio en la universidad que es la vida), que se siente en la necesidad de sincerarse y decirte que se ha equivocado una vez más, olvidar posibles desavenencias y seguir compartiendo experiencias en los meses que nos restan para acabar este curso (y no sólo a través del blog chungo, visto los resultados del año pasado).

martes, enero 23, 2007

Rabia y tristeza

El sábado pasado, a la hora de la cena, un compañero nuevo, uno de los que me suscitaron simpatía casi desde el primer momento en que le conocí con motivo de estar en la comisión de acogida de mi colegio, nos estuvo contando a los que nos encontrábamos en su misma mesa las malas experiencias que ha tenido con ciertos veteranos. Su relato me hizo rememorar la frustración, la rabia y la impotencia que también experimenté o he experimentado a lo largo de mi trayectoria colegial (independientemente de las grandes enseñanzas y buenos momentos por los que estoy agradecido a este Mayor) cuando un grupo de compañeros que dicen encarnar los valores del centro los desacreditan con su comportamiento y acciones y, para colmo, parece que son los que, vulgarmente, "venden" y se "llevan el gato al agua". Doy gracias a Dios que en este curso haya entrado una promoción muy variopinta en la que, en apariencia, predominan más las personas normales más que las otras, a las que acabo de referirme y que, si se confirman mis expectativas, estará llamada a hacer grandes cosas por el centro.
Al comprobar el desánimo que cundía en dicho compañero, se me ocurrió pasarle una canción de Luar Na Lubre, un grupo gallego de música folk que me gusta mucho, que aparece incluida en su penúltimo disco, Hai un paraiso (2004). La letra dice así:

Tal vez penses que nada cambiou /Tal vez pienses que nada cambió
(Qu)e de ningún dos esforzos / Que de ninguno de los esfuerzos
Ves resposta hoxe / Ves respuesta hoy
Pero pouco a pouco / Pero poco a poco
Algo se move / Algo se mueve
E o sol, con versos de luz, avanza / Y el sol, con versos de luz, avanza
Atravesando as nubes / Atravesando las nubes
Espertando a paisaxe / Despertando el paisaje
Por entre os feixes de arumes / Por entre los haces de espiochas (hojas de los pinos)
Algún froito nace / Algún fruto nace.

Tralas nubes / Tras las nubes
Versos de luz / Versos de luz
Quedan as pegadas / Quedan las huellas
Do que outros xa fixeron / De lo que otros ya hicieron
Tralas nubes / Tras las nubes
Versos de luz / Versos de luz
A historia nos agarda / La historia nos aguarda
I é noso o tempo / Y es nuestro el tiempo
Quedarán pegadas / Quedarán huellas
Do que estamos facendo / De lo que estamos haciendo.

As cousas nunca se cambian de golpe / Las cosas nunca se cambian de golpe
Pero non podes cansarte / Pero no puedes cansarte
Non quedes durmido / No te quedes dormido
Porque o desta viaxe / Porque lo de este viaje
Non é un camiño / No es un camino
Son mil, i hemos de andalos todos / Son mil, y hemos de andarlos todos
E imos avanzando / Y vamos avanzando
Sen un soio silencio / Sin un solo silencio
Que o vento segue soprando / Que el viento sigue soplando
I este é o noso tempo / Y este es nuestro tiempo.

Tralas nubes / Tras las nubes
Versos de luz / Versos de luz
Chaman a(marcan) un futuro / Llaman a(marcan) un futuro
Que non está tan lonxe / Que no está tan lejos
Tralas nubes / Tras las nubes
Versos de luz / Versos de luz
Hai que cambia-lo mundo / Hay que cambiar el mundo
Botar fora ó podre / Echar fuera la podredumbre
Porque hai un futuro / Porque hay un futuro
E non está tan lonxe / Y no está tan lejos.



Año nuevo, nuevos propósitos

Hace ya más de tres semanas que hemos empezado el nuevo año (por cierto, espero que todos y todas hayáis empezado éste con buen pie). Si hay algo en lo que le he sacado partido a las vacaciones de Navidad ha sido la posibilidad de reflexionar sobre mi vida, mi entorno, mis relaciones, mi credo político y religioso, mis ilusiones, mis proyectos, ... (gracias, Yanfer, por los posts que pusiste en su día, pues te he vuelto a leer con otra perspectiva).
Este año 2007 me he prometido a mí mismo que tiene que ser el año del compromiso, en el mejor de los sentidos. Ser coherente en la medida de mis posibilidades con mis ideas y mi conciencia, poner mi granito de arena en la buena marcha de las actividades del Colegio, atender a la realidad que me rodea, superar parte de mis miedos, etc. Claro, que una cosa son mis pretensiones a 23 de enero y otra muy diferente el balance que presumiblemente haré a 31 de diciembre. Espero que buena parte de esas expectativas se vean cubiertas.

sábado, octubre 28, 2006

La "mercantilización" de la Cultura


Hoy, al mediodía, mientras esperaba en la zona de la cafetería del Colegio para entrar a comer, me puse a hojear los periódicos del día. Cuando cogí el ABC (procuro consultar prensa de distintas tendencias editoriales), me llamó poderosamente la atención que en la portada se aludía a la supuesta caótica gestión de la Biblioteca Nacional. Cuan sería mi sorpresa al buscar la noticia y empezar a leerla, pues me topé con otro artículo que hacía mención a que probablemente la legislación española deberá cambiarse en lo que se refiere al préstamo bibliotecario de libros, discos y películas. La Comisión Europea, según tenía entendido, ha llamado la atención repetidas veces a España y a Portugal porque no cobran una especie de canon por los derechos de autor por realizar los mencionados préstamos, como sucede en otros países comunitarios, como Francia.

Este tipo de situaciones son las que me hacen preguntarme. ¿Para qué, entonces, existe un servicio público como son las bibliotecas? ¿No se supone que están para acercar la cultura escrita y audiovisual a la ciudadanía, siendo un vehículo que contribuye a democratizarla, en tanto en cuanto proporciona medios para el disfrute intelectual y formativo a todo tipo de personas de diversa clase y condición? ¿No resultará, acaso, contraproducente este canon, teniendo en cuenta que para algo la ciudadanía paga sus impuestos y dado los poco destacables índices de lectura en nuestro país?

domingo, junio 18, 2006

Se aprueba el Estatut de Cataluña

Esta noche se ha confirmado la victoria pírrica de los partidarios del SÍ en el referéndum del Estatut de autonomía de Cataluña. Como siempre pasa, unos ven los resultados como el vaso medio lleno (en este caso, Convergencia i Unió, el Partido de los Socialistas catalanes e Iniciativa per Catalunya-Verds), otros como el vaso medio vacío (Esquerra Republicana de Catalunya y el Partido Popular). Personalmente, reconozco que no me he leído el texto aprobado, aunque me consta que se ha conseguido retocar en el Congreso, limando sus aspectos que podrían caer en la anticonstitucionalidad. No deja de resultar curioso como los políticos emplean las cifras en función de sus intereses (el PSOE y el PSC se alegran por el sí, sin apenas hacer caso de las altísimas cotas de abstención, como ocurrió en el pasado referéndum de febrero de 2005 para votar la "Constitución Europea", mientras que el PP se ratifica en su actitud combativa, crítica y de desgaste al Gobierno, sosteniendo que ha fracasado por esa misma baja participación). Y, por extensión, también sorprende las diversas lecturas que del hecho hacen periódicos afines a una u otra ideología o formación política. Desde mi punto de vista, un referéndum tendría mayores visos de legitimidad si sobrepasase un cierto porcentaje del censo (un 70 u 80 %), pese a que sé que en anteriores consultas de esta clase se han caracterizado también por una escasa movilización del electorado. No pretendo discutir la legitimidad de éste, pues ha arrojado datos favorables. Pero todo lo acontecido me induce a pensar lo siguiente, ¿realmente quién ha ganado esta noche? ¿Habrán ganado las posturas proclives a mayores cotas de autogobierno, como postulaba ERC, que ante la modificación de parte de los artículos del nuevo Estatuto han optado por no acudir a su cita con las urnas? ¿Habrá ganado la desidia o, mejor dicho, el desinterés de los ciudadanos por el nuevo proyecto, como sostiene el PP, lo cual vendría a significar, en mi opinión, no necesariamente que estuviesen en contra de la modificación, sino que la ciudadanía está harta de este clima coyuntural de tensión entre el Gobierno central socialista y el principal partido de la oposición a nivel nacional a cuenta de la organización territorial del Estado? ¿Será un exponente de la desconfianza hacia la "España plural" y al mensaje apocalíptico de que "España se rompe"? No soy analista político, pero veremos como afecta esto al panorama catalán y, por ende, al necesario clima de convivencia y colaboración entre los dos principales partidos a nivel estatal.

jueves, junio 15, 2006

Morriña

Eso es lo que estoy sintiendo desde hace unos días. Porque rememoro mi segundo curso, que hasta la fecha lo he tenido en mi imaginario como uno de los mejores de mi carrera. No sé si fue porque hice nuevas amistades (Luis, Juanfer, Luis Afán, Manolo Altamirano, Adrián Gil, José Manuel González), porque resultó un curso provechoso académicamente hablando, porque viví un cambio político histórico a nivel nacional después de unas jornadas aciagas y tristes, en las que percibí la gran movilización popular, fuera hacia un partido u otro; porque tuve el honor de cerrar el curso del Colegio al hacer mi último examen el 9 de julio, porque después de ello pude convencer a mis padres para que me dejasen hacer el camino de Santiago y volver a mi ya querida y añorada Galicia (a la que se traslada mi pensamiento cuando pongo un disco de Luar Na Lubre, Xosé Manuel Budiño, Berrogüetto, Milladoiro, Cristina Pato, Spiritu 986), gracias a personas como Carlos y Meli. Claro, que quizá tenga razón un amigo mío y deba entenderlo como una etapa de mi vida que fue única e irrepetible y ya no volverá (es como dice el arquéologo medievalista Matthew Johnson: "el pasado no existe, nos quedan sus restos"), que no es bueno mirar tanto para atrás, pero coincido con el diagnóstico de una amiga mía: esa experiencia me marcó.

Cuando lo comparo con éste, en la que si bien encuentro que he madurado desde el punto de vista de mi profesión (ya no creo en la "objetividad", he comprendido la influencia de lo social, lo político y lo económico en la construcción y descubrimientos de las ciencias), que he emprendido proyectos de cierto calado (mi primera incursión en la investigación histórica; una de las muchas contribuciones a la organización y realización de un curso de libre configuración para sacar pelas para el viaje de fin de estudios; tener una experiencia política, aunque frustrada, en mi colegio), que he salido más con mis queridos amigos y compañeros de la carrera y que he acudido más al cine-club, sin embargo, no dejo de sentirme un poco "descorazonado" o "sobrepasado". Sí, sobrepasado por el nivel de exigencia de las asignaturas de este año, por el inexorable peso de la responsabilidad, por mi tristeza cuando vi romper a varias parejas de amigos (menos mal que siempre queda la esperanza, pues también han surgido o resurgido otras), por el recuerdo que me quedará de amistades que terminan sus estudios y seguirán caminos diferentes al mío, por mi tremenda cobardía y carácter introvertido que me lastra para expresar ciertos sentimientos, por cómo me han tocado las narices (con perdón) ciertas prácticas y actitudes de algunos compañeros del colegio, que ponen en entredicho su teórico espíritu, la incomprensión mutua, la falta de coherencia...

Lamento todo lo que de desaprovechado he dejado en mi trayectoria del presente curso, de no haber convivido lo suficiente con muchas personas entrañables, de no haber estado al tanto de sus problemas e inquietudes, de no haber rendido lo suficiente o al menos no con el potencial que debería, de haberme mantenido distante y aislado en ocasiones, de no haber quedado con mis amigos de los dos colegios que están en pisos con más asiduidad. Os tengo que agradecer vuestro apoyo a todos aquellos que habéis contribuido a hacerme más llevadero este año y que no os quepa duda de mi aprecio y cariño.

Sí, estos son mis pecados en este curso que termina. Y los pongo por escrito porque necesitaba desahogarme de una vez, poner en orden mis ideas y hacer un balance de este año. Gracias a quien tenga la paciencia por leerme.

miércoles, mayo 17, 2006

Artículo de Fernando Ónega en La Voz de Galicia

LA VOZ DE GALICIA, 17/05/2006.

FERNANDO ÓNEGA |
La auténtica España que se rompe

¿EN QUÉ coño estamos pensando? Disculpen ustedes el taco y lo abrupto de la pregunta, pero me sale del alma. En este país (España), parece que todos los problemas consisten en averiguar si Maragall será sustituido por Montilla; si Zapatero se entiende de tapadillo con Mas; si los socialistas negocian bajo cuerda con Batasuna, y cuántas dosis de juego sucio existen en la acusación a Zaplana de cobrar comisiones. Son temas serios, no digo que no; pero estas bagatelas de minorías sólo sirven para ocultar al debate público otros sucesos, costumbres y comportamientos sociales bastante más dañinos y escandalosos.

El de hoy es alarmante: los adolescentes españoles (entre 14 y 18 años de edad) cada día consumen más cocaína. En diez años se ha multiplicado por cuatro él número de jóvenes que consumen esa droga. Unos 170.000 lo hicieron en los últimos doce meses. Más del siete por ciento consumen cocaína. Son datos que ofreció la ministra de Sanidad, Elena Salgado. Tanto el porcentaje como el número absoluto son espantosos. Y eso ocurre ante nuestros ojos, mientras asistimos embelesados a otras alegres y morbosas evoluciones del entorno. Hablando de los jóvenes, nos dejamos apasionar por el botellón, quizá por su forma multitudinaria de practicarlo. No tenemos ni idea de qué ocurre al otro lado del alcohol.

Y lo que ocurre es: 1) Que hemos visto el tráfico de drogas a las puertas de los colegios, y hemos preferido mirar para otro lado, pensando, quizá, que era un problema de otros o algo que había que encomendar a la policía; los traficantes han ganado. 2) Que se ha hecho una exaltación de la cocaína como símbolo de placer y triunfo social; se ha llegado a presentar a ídolos del espectáculo, consumidores de esa droga, como ejemplos de ese éxito, y los más indefensos han caído en esa red. Y 3) Según los estudios de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), se ha producido un cambio sustancial en las actitudes juveniles: se ha dejado de considerar al consumidor de droga como un marginado. Hoy, el marginado del grupo el precisamente el que se abstiene del consumo.

Eso es lo que ocurre, si se me permite el retrato esquemático. Al lado de esas evidencias, es clamoroso el fracaso de las campañas contra la droga. Ni el mensaje publicitario, ni el reportaje que retrata el drama, ni el aviso de problemas médicos deja la menor huella. Al revés: quizá haya que plantearse si surten el efecto contrario al buscado. El resultado es que se está formando una generación que no se perderá por los avisos de que «España se rompe» ni otros discursos de actualidad. Se perderá en el mundo de la droga; en ese territorio de la ensoñación y de la pasajera, falsa y asesina expectativa de placer.

domingo, febrero 26, 2006

Aflicción


Hace tiempo que deseaba escribir sobre lo que me inspiraba este sentimiento (que en el lenguaje de las flores se corresponde con un sauce llorón, como el de la izquierda), por lo que quiero dedicar estas líneas a todas aquellas parejas de amigos que han roto en el último año -o, en su defecto, a aquellos amigos/as que han cortado con su pareja. Disculpadme en el caso de que mi escasa cultura poética me haya impulsado a elegir unos versos poco apropiados.

RAZÓN DE AMOR
Versos 343 a 370

¿Fue como beso o llanto?
¿Nos hallamos
con las manos, buscándonos
a tientas, con los gritos,
clamando; con las bocas
que el vacío besaban?
¿Fue un choque de materia
y materia, combate
de pecho contra pecho,
que a fuerza de contactos
se convirtió en victoria
gozosa de los dos,
en prodigioso pacto
de tu ser con mi ser
enteros?
¿O tan sencillo fue,
tan sin esfuerzo, como
una luz que se encuentra
con otra luz, y queda
iluminado el mundo,
sin que nada se toque?
Ninguno lo sabemos.
Ni el dónde. Aquí, en las manos,
como las cicatrices,
allí, dentro del alma,
como un alma del alma,
pervive el prodigioso
saber que nos hallamos,
y que su dónde está
para siempre cerrado.
Ha sido tan hermoso
que no sufre memoria,
como sufren las fechas,
los nombres o las líneas.
Nada en ese milagro
podría ser recuerdo:
porque el recuerdo es
la pena de sí mismo,
el dolor del tamaño,
del tiempo, y todo fue
eternidad: relámpago.
Si quieres recordarlo
no sirve el recordar.
Sólo vale vivir
de cara hacia ese dónde,
queriéndolo, buscándolo.



Pedro Salinas

El precio político

Ayer tuvo lugar la manifestación de la Asociación de Víctimas del Terrorismo en Madrid, a la que se sumó la cúpula dirigente del Partido Popular. Este hecho no tendría importancia en el sentido de que representa el ejercicio normal de la libertad de expresión por una parte de la ciudadanía. Sin embargo, personalmente, me preocupa el nivel de crispación al que se está llegando en este país por parte de la actual clase política, y sobre todo entre las dos fuerzas principales (PSOE y PP). La manifestación pudo ser legítima, pero en mi humilde entender fue instrumentalizada políticamente contra el Gobierno, al que se le acusaba de ceder ante el terrorismo y contra el propio presidente del Ejecutivo. No es que vaya a defender ni a uno ni a otro (cada cual puede adscribirse a una ideología y partido político determinados y tomar postura en consecuencia y en coherencia con su conciencia y su código particular de valores) ni criticar a las víctimas, que bastante tienen con el recuerdo de sus seres queridos arrebatados por una violencia absurda. Pero quiero romper una lanza en favor del proceso de paz. En Irlanda del Norte, ambas partes tuvieron que sentarse a negociar dicho proceso, lo cual tiene su mérito habida cuenta de la gran cantidad de víctimas a lo largo de varias décadas. Me consta que si eso se hace en España, el partido político que lo proponga lo pagará caro, lloviéndole descalificaciones, críticas hacia su supuesto "entreguismo".
No obstante, señores, sostengo que no sólo se acaba con ETA mediante medidas policiales (lo cual no quiere decir que prescindamos de ellas), ni ilegalizando sus plataformas políticas (dada la base social asentada que tiene, susceptible de orientar su voto a otros partidos), sino también sentándose a negociar. Sí, sé que es duro, sé que puede ofender a ciertas víctimas. Pero, a mi modo de ver, sólo se puede privar de argumentos al uso de las armas desde la vía del diálogo. Un reverendo que participó en las negociaciones del proceso norirlandés afirmó que si se logra sentar en una misma mesa a los moderados de una parte y otra, que son capaces de reconocer una pequeña parte de validez de los argumentos del contrario o empatizar (ponerse en su lugar), se puede avanzar decisivamente en el camino a la paz. En esta línea, el actual gobierno ha sido objeto de ataques, acusándosele de negociar a espaldas de las víctimas. Creo que huelga recordar que en los anteriores ejecutivos se llegó una vez a calificar a ETA como "Movimiento de Liberación Vasco", que se produjo un acercamiento de presos a las cárceles del País Vasco y que otros fueron excarcelados merced a la aplicación del Código Penal de 1973 (ese mismo que rigió en los juicios a otros activistas, que podrán salir de prisión, con las consiguientes críticas de un sector de la oposición al Gobierno por no hacer nada al respecto, sabiendo que en Derecho las leyes no son retroactivas y si uno es juzgado por una legislación determinada, debe respetarse).