Hace escasamente una hora, mientras recorría a pie las últimas manzanas que me separaban de mi piso, preso de excitación, las ideas bullían en mi cabeza. Necesitaba sentarme, serenarme un poco y ponerlas en orden. La gente que me conoce sabe que tiendo a exagerar. Pero tenía la necesidad imperiosa de escribir sobre esto, de la misma forma que en un cuento un zapatero / sastre cavaba un agujero y decía un secreto sobre un rey.
Hoy la Plaza del Carmen presentaba un aspecto diferente al miércoles. ¿Qué detalles me han llamado la atención?
1º. La organización del espacio. Se han montado tenderetes para los distintos grupos de trabajo, focos de luz, servicio de megafonía y hasta una cocina. El ambiente era festivo y no cabía un alfiler en el centro de la plaza y la entrada a la Calle Navas.
2º. Había más gente que durante el miércoles por la noche. Además, no sólo veías a jóvenes universitarios, sino también a personas de mediana edad (cuarenta o cincuenta años) o incluso de edad avanzada. Notas como, en ciertos sectores de la sociedad granadina, la protesta está generando, cuanto menos, curiosidad, expectación o, incluso, muestras de solidaridad y apoyo.
3º. El campamento cuenta con una mejor organización. Se han constituido grupos de trabajo de Propuestas, Seguridad Jurídica, Cocina, Difusión y Orden. En la carpa de Difusión, jóvenes provistos de portátiles y ordenadores transmiten a través de las redes sociales las últimas novedades.
4º. El movimiento ha conseguido establecer alianzas con otros colectivos, incluso profesionales. Al igual que ocurría con el movimiento obrero y vecinal en la Transición a la Democracia, están recibiendo el apoyo del colectivo de abogados laboralistas, en este caso del Colegio Oficial de Abogados de Granada. Estos están desarrollando una labor de asesoramiento jurídico en pro de los actores sociales del movimiento y han pedido que la Policía Nacional no intervenga. Incluso, cuentan con la colaboración desinteresada de dos intérpretes de signos a la hora de transmitir las intervenciones por megafonía.
5º. Se notaba mayor presencia de cartelería. Con buen criterio, cuando han dado las doce de la medianoche (hora de comienzo de la jornada de reflexión) se han retirado los que hacían alusión al voto, dejando el resto, al igual que ha ocurrido en otras ciudades.
6º. Se están cuidado hasta los aspectos legales. Los abogados que asesoran al movimiento han garantizado la legitimidad y legalidad de las movilizaciones, incluso en la jornada de reflexión, amparándose en los precedentes de 2006 y 2008 reconocidos por el Tribunal Constitucional (movilizaciones de Mossos de escuadra y de una asociación feminista el día anterior a las elecciones).
7º. Se detecta la necesidad de aportar propuestas concretas. De momento, hay 200 sólo en Granada. Una comisión se ha encargado de filtrar las más irrealizables, para después agrupar las más viables en materias de economía, política, sociedad y medio ambiente. Para mañana, colgarán su propuesta en el blog http://acampadagranada.blogspot.com
8º. Los actores del movimiento realizan su propia labor informativa. De vez en cuando, comunicaban a la asamblea general abierta noticias sobre las concentraciones en el resto de España y en el mundo.
9º. Las muestras de simpatía y de solidaridad hacia el movimiento y su causa se están concretando en forma de donaciones de comida, bebida, materiales o incluso dinero (han organizado colectas para pagar las multas impuestas a los detenidos en los días anteriores).
10º. La actitud pacífica se ha cuidado al máximo. Se ha informado de cómo practicar la resistencia pasiva noviolenta en caso de detención y, por supuesto, se ha mantenido un respeto a los miembros de los cuerpos de seguridad, que se retiraron pasada la medianoche.
11º. Se aprecia el deseo de expresarse por parte de la gente. Algunos incurren en repeticiones y no concretan nada. Otros, en cambio, aportan ideas, unas más elaboradas que otras. Recuerda a los sentimientos de los portugueses tras el golpe del 25 de abril de 1974, reflejados en la película Capitanes de abril. No digo que no vivamos en una democracia (con todos sus defectos), pero en un mundo tan necesitado de empatía y de expresar sentimientos, la gente demanda que se la escuche. Se está haciendo hincapié en el respeto a las opiniones contrarias.
12º. El movimiento está tratando de trascender el espacio intralocal de Granada, planteándose la posibilidad de coordinarse con otras asambleas. Esa será una de las claves para garantizar la continuidad de las reivindicaciones a medio plazo: constituir una coordinadora estatal.
13º. Se hace patente la necesidad de concretar las propuestas en un manifiesto o programa. De entre todas ellas, hay unas cuantas que podrían suscitar nuevas adhesiones: una ley hipotecaria que no obligue a los deudores a seguir pagando a los bancos una vez han entregado el piso, quitar a los políticos corruptos de las listas electorales y rectificar la reforma laboral.
14º. El movimiento continúa invitando a la ciudadanía a votar, si así lo desea, el domingo. No pide el voto para determinadas opciones, si bien queda patente el rechazo al bipartidismo.
15º. El movimiento plantea proseguir con las movilizaciones tras las elecciones del 22 de mayo. En la jornada de reflexión (al menos en Granada) celebrarán una asamblea, pero no habrá manifestación. Quince minutos antes del cierre de la campaña electoral, se ha pedido un minuto de silencio, que ha sido respetado sin rechistar. El ambiente silencioso era impresionante.
16º. Los concentrados manifiestan un gran respeto hacia los vecinos de la Plaza y calles aledañas. Se sigue haciendo gestos con las manos a altas horas de la noche, para evitar ruidos molestos. También, se ha pedido reorganizar el espacio para no bloquear demasiado las calles y que la gente que tenga el colegio electoral próximo a la plaza pueda votar sin ningún obstáculo.
De momento, la prensa granadina lo ha reflejado así
sábado, mayo 21, 2011
jueves, mayo 19, 2011
DIFUSIÓN ACUERDOS DE LA ASAMBLEA GENERAL ABIERTA. 17 DE MAY...
Acampada Granada: ACUERDOS DE LA ASAMBLEA GENERAL ABIERTA. 17 DE MAY...: "* MÍNIMOS * La asamblea se declara ASINDICALISTA, APARTIDISTA Y ARRELIGIOSA. No se nie..."
¡Indignáos! El movimiento del 15-M en Granada
Hace una hora he vuelto de la Plaza del Carmen, donde se encuentra el Ayuntamiento de Granada. Había oído noticias por parte de uno de mis compañeros de piso, por los medios de comunicación y había leído algunas referencias en Facebook. No estaba seguro de ir a la concentración de esta noche. Reconozco que me echaba un poco para atrás la perspectiva de verme con poca gente y conminado por los efectivos de la Policía Nacional o municipal a disolverme. No sería del todo sincero si no confesara, además, que tenía algo de miedo en el cuerpo. Miedo a lo desconocido, miedo a encontrarme con incidentes, miedo a verme defraudado.
Cual ha sido mi sorpresa, tras animarme y acudir a la Plaza en unión del susodicho compañero de piso, que lo que me esperaba una reunión simbólica se presentaba, ante nuestros ojos, como una concentración nutrida de gente. Con toda seguridad, muy pocos respecto al total de habitantes de la ciudad o incluso de la comunidad universitaria. Había principalmente jóvenes, pero también personas de edad madura. No eran tan antisistema como los pintaban ciertos medios de comunicación, tipo Intereconomía. Esta cadena afirma que la movilización se está produciendo por parte de la izquierda para arrebatarle al PP la mayoría que le auguran las encuestas. Yo les diría que no han entendido nada de nada. O mejor dicho, como afirma mi compañero de piso, no quieren entenderlo porque les va el sueldo / interés en ello.
El movimiento está insistiendo, por activa y por pasiva, que es apartidista y asindical. Si la queja principal es que está escorado a la izquierda, que participen los ciudadanos descontentos de tendencia liberal y democratacristiana (que los hay en el PP) y engrosen sus filas. Porque la merma en la calidad de los servicios públicos los estamos pagando ciudadanos de muchas tendencias políticas (no olviden que hay votantes conservadores de clase media o media-baja, además de votantes izquierdistas de ese perfil). También, los recortes en educación y en investigación los están padeciendo una generación de jóvenes estudiantes y profesionales, respectivamente, de los que doy fe (porque algo conozco de este mundillo) que se identifican con una heterogénea gama de ideologías.
Porque, ¿cómo se come que una parte de la sociedad reproche a los jóvenes y a la gente que se ha quedado sin empleo que no están haciendo lo suficiente para mejorar su situación? ¿Acaso damos por supuesto que la gente no quiere trabajar, sino vivir de subvenciones permanentemente y no sostener con sus impuestos las pensiones y las estructuras del Estado donde habitamos? ¿Estamos presuponiendo que esa gente son antisistema por convicción? ¿Quizá no hemos pensado en que las circunstancias los están forzando a serlo? Desde luego, lo que no es de recibo es mantener una sociedad a base de contratos precarios (quinientoeuristas o mileuristas) o lo que es peor, con becas y prácticas que encubren puestos de trabajo, que no permitan a las personas alcanzar la suficiente cotización para la jubilación.
Por si esto fuera poco, permítanme poner el dedo en la llaga. ¿Cuántos de ustedes han sentido la frustración de que sólo cuentan para los partidos (o vamos a ser más puñeteros, para ciertos partidos) tan sólo cada cuatro años, cuando depositan su voto en una urna? ¿Qué votante, sea de derechas o de izquierdas, no ha sentido la indignación por dentro de ver cómo incluso la formación política a la que confía su voto no limpia de corruptos sus listas electorales? ¿Es que acaso las personas somos de piedra? No se trata de pedirles que cambien al otro extremo, sino que les exijan a los representantes con los que más se identifican que se ponga fin a esta barbaridad. No puede ser que por un delito menor la ley recaiga con toda su fuerza sobre el acusado y que por delitos de corrupción y de "guante blanco", los políticos concretos imputados presuman de impunidad. Eso es ahondar en la crisis de valores morales, eso es una aberración.
Todas estas reflexiones se me han ido ocurriendo camino de casa y quería ordenarlas en la pantalla. Hace unas horas, he visto gente ejerciendo su derecho a manifestar el descontento en una plaza pública, que procuraba mantener el orden, autoorganizarse, actuar de manera pacífica y evitar ruidos molestos a los vecinos, pidiendo que en vez de aplaudir, se hicieran gestos de aprobación con las manos. Si a esto le añadimos la presencia de gente honesta y trabajadora, entiendo que esto va más allá. No se trata de una pandilla de radicales. Esto es algo gordo. Puede que los principales medios de comunicación lo estén silenciando porque no les interesa ir contra su línea editorial (o quien les paga, vamos).
De ahí que, en lo que esté en mi mano, colaboraré (aunque sea a pequeña escala) para que este movimiento no sea algo pasajero y pueda salir algo beneficioso para todos.
Cual ha sido mi sorpresa, tras animarme y acudir a la Plaza en unión del susodicho compañero de piso, que lo que me esperaba una reunión simbólica se presentaba, ante nuestros ojos, como una concentración nutrida de gente. Con toda seguridad, muy pocos respecto al total de habitantes de la ciudad o incluso de la comunidad universitaria. Había principalmente jóvenes, pero también personas de edad madura. No eran tan antisistema como los pintaban ciertos medios de comunicación, tipo Intereconomía. Esta cadena afirma que la movilización se está produciendo por parte de la izquierda para arrebatarle al PP la mayoría que le auguran las encuestas. Yo les diría que no han entendido nada de nada. O mejor dicho, como afirma mi compañero de piso, no quieren entenderlo porque les va el sueldo / interés en ello.
El movimiento está insistiendo, por activa y por pasiva, que es apartidista y asindical. Si la queja principal es que está escorado a la izquierda, que participen los ciudadanos descontentos de tendencia liberal y democratacristiana (que los hay en el PP) y engrosen sus filas. Porque la merma en la calidad de los servicios públicos los estamos pagando ciudadanos de muchas tendencias políticas (no olviden que hay votantes conservadores de clase media o media-baja, además de votantes izquierdistas de ese perfil). También, los recortes en educación y en investigación los están padeciendo una generación de jóvenes estudiantes y profesionales, respectivamente, de los que doy fe (porque algo conozco de este mundillo) que se identifican con una heterogénea gama de ideologías.
Porque, ¿cómo se come que una parte de la sociedad reproche a los jóvenes y a la gente que se ha quedado sin empleo que no están haciendo lo suficiente para mejorar su situación? ¿Acaso damos por supuesto que la gente no quiere trabajar, sino vivir de subvenciones permanentemente y no sostener con sus impuestos las pensiones y las estructuras del Estado donde habitamos? ¿Estamos presuponiendo que esa gente son antisistema por convicción? ¿Quizá no hemos pensado en que las circunstancias los están forzando a serlo? Desde luego, lo que no es de recibo es mantener una sociedad a base de contratos precarios (quinientoeuristas o mileuristas) o lo que es peor, con becas y prácticas que encubren puestos de trabajo, que no permitan a las personas alcanzar la suficiente cotización para la jubilación.
Por si esto fuera poco, permítanme poner el dedo en la llaga. ¿Cuántos de ustedes han sentido la frustración de que sólo cuentan para los partidos (o vamos a ser más puñeteros, para ciertos partidos) tan sólo cada cuatro años, cuando depositan su voto en una urna? ¿Qué votante, sea de derechas o de izquierdas, no ha sentido la indignación por dentro de ver cómo incluso la formación política a la que confía su voto no limpia de corruptos sus listas electorales? ¿Es que acaso las personas somos de piedra? No se trata de pedirles que cambien al otro extremo, sino que les exijan a los representantes con los que más se identifican que se ponga fin a esta barbaridad. No puede ser que por un delito menor la ley recaiga con toda su fuerza sobre el acusado y que por delitos de corrupción y de "guante blanco", los políticos concretos imputados presuman de impunidad. Eso es ahondar en la crisis de valores morales, eso es una aberración.
Todas estas reflexiones se me han ido ocurriendo camino de casa y quería ordenarlas en la pantalla. Hace unas horas, he visto gente ejerciendo su derecho a manifestar el descontento en una plaza pública, que procuraba mantener el orden, autoorganizarse, actuar de manera pacífica y evitar ruidos molestos a los vecinos, pidiendo que en vez de aplaudir, se hicieran gestos de aprobación con las manos. Si a esto le añadimos la presencia de gente honesta y trabajadora, entiendo que esto va más allá. No se trata de una pandilla de radicales. Esto es algo gordo. Puede que los principales medios de comunicación lo estén silenciando porque no les interesa ir contra su línea editorial (o quien les paga, vamos).
De ahí que, en lo que esté en mi mano, colaboraré (aunque sea a pequeña escala) para que este movimiento no sea algo pasajero y pueda salir algo beneficioso para todos.
sábado, noviembre 20, 2010
Vive la vida
VIVE LA VIDA, NO PERMITAS QUE SE TE ESCAPE
No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario. No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta. Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa: Tú puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores: el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso. No te resignes. Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo", dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas, pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno. Disfruta del pánico que te provoca tener la vida por delante.
Vívela intensamente, sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte. Las experiencias de quienes nos precedieron de nuestros "poetas muertos", te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros. Los "poetas vivos".
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas...
Walt Whitman
No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario. No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta. Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa: Tú puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores: el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso. No te resignes. Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo", dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas, pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno. Disfruta del pánico que te provoca tener la vida por delante.
Vívela intensamente, sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte. Las experiencias de quienes nos precedieron de nuestros "poetas muertos", te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros. Los "poetas vivos".
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas...
Walt Whitman
jueves, noviembre 18, 2010
lunes, noviembre 15, 2010
Tras las huellas del capitán Salgueiro Maia
20 de agosto de 2010. Castelo de Vide
Rodeado por la Sierra de São Mamede y conectado con una carretera flanqueada de alamedas, distante unos 16 kilómetros de la raya hispano-portuguesa, se encuentra este pueblo portugués del Alentejo. Además de su castillo, su judería y sus fuentes, visitarlo tiene un simbólico aliciente: allí nació en 1944 el capitán Fernando José Salgueiro Maia.
Para muchos españoles, este nombre quizá no les dirá nada. Aunque este desconocimiento haya cambiado mucho gracias al periodista Diego Carcedo, con su libro Fusiles y claveles; y la cineasta Maria de Medeiros, con su película Capitanes de abril (en la que Stefano Accorsi interpreta al propio capitán). Sin embargo, para los portugueses, remite a un episodio crucial de su historia reciente: el 25 de abril de 1974. Ese día, la emisión radiofónica de E depois do adeus y Grândola, vila morena (canciones que se utilizaron como señal) dio paso a un golpe militar, protagonizado por el llamado Movimento das Forças Armadas. Su victoria provocó el fin de una dictadura de 48 años e inició el proceso de Transición a la Democracia.
Salgueiro Maia, capitán de la Escola Práctica de Cavalaria de Santarém, fue el encargado de desarrollar las operaciones militares para tomar los edificios gubernamentales en Lisboa. Sus unidades llegaron al Terreiro do Paço (actual Praça do Comércio), donde se encuentran los ministerios. Cerca, tuvieron un encuentro con fuerzas leales a la dictadura, en la que Salgueiro Maia se jugó el tipo para conseguir que se unieran a la causa.
Después de asegurar el control de los ministerios y con centenares de personas que abarrotaban las calles, aclamando a los soldados, se dirigieron al Largo do Carmo. En esa plazoleta del Chiado, se habían refugiado en el cuartel de la Guardia Nacional Republicana el presidente de la República, almirante Américo Thomaz; el presidente del Consejo, Marcelo Caetano; y varios ministros. Tras un tiroteo y arduas negociaciones, Caetano se rindió y Salgueiro Maia le dio escolta hasta el aeropuerto. Ese día pasaría a la historia como la “Revolución de los Claveles”. Bien por iniciativa de las floristas de Lisboa, bien por la de una camarera de un restaurante que los había comprado, se distribuyeron claveles entre los soldados, que optaron por colocarlos en sus solapas, orejas y las bocas de sus fusiles.
Tras el 25 de abril, Salgueiro Maia nunca se alió al poder político y optó por ocupar responsabilidades estrictamente militares. En 1989 se le detectó un cáncer y, pese a que se sometió a una operación, falleció en abril de 1992. Fue sepultado en su pueblo natal, ante la presencia de los cuatro primeros presidentes de la República tras el 25 de abril: Spínola, Costa Gomes, Ramalho Eanes y Mário Soares.
Dieciocho años después de su muerte, en aquel día de agosto me había prometido a mí mismo no marcharme de Portugal sin ver la tumba del capitán. Gracias a un plano del pueblo, quedaba claro que el cementerio se encontraba debajo de unas pistas de atletismo, situadas al lado de la N246-1 (la carretera de acceso a Portugal desde Valencia de Alcántara).
Efectivamente, no tenía pérdida. Entre unas pistas de atletismo y una planta embotelladora, rodeado de jardines y precedido por el edificio de una iglesia, se encontraba a pocos metros la cancela del cementerio. La emoción me embargaba cuando me introduje en la primera calle.
Una primera ojeada me hizo detenerme en los mausoleos y las tumbas más llamativas, a la par que leía los nombres. Poco a poco, iba acelerando el paso mientras empezaba a preocuparme la posibilidad de no encontrarla. Había tomado la primera calle del cementerio, a la izquierda, y no estaba obteniendo el resultado apetecido. Bajé por otra calle (sería la de la derecha, entrando por la puerta principal) y divisé a unos hombres. Estaba tentado de preguntarles cuando, de improviso, una lápida me sacó de mi desazón. Allí estaba, entre una inscripción dedicada a los caídos y varias tumbas de ex veteranos de guerras coloniales y de operaciones militares en el extranjero.
Ante mis ojos tenía el último reposo del héroe de aquel día, al que había contemplado en fotos y reportajes.
Sé que esta sensación no sería compartida con mucha gente, pero fue un momento mágico: experimentar el vínculo entre el pasado y el presente, entre una realidad que no has vivido directamente y tu cotidianeidad. El silencio del lugar, tan sólo roto por el murmullo de alguna conversación lejana y por los sonidos propios de la naturaleza, así como el paisaje invitaban a reflexionar. Como aprendiz de historiador, era consciente de la necesidad de no idealizar ese pasado reciente (el proceso revolucionario y de transición a la democracia en Portugal resultó complejo). Pero no por ello podía dejar de mostrar simpatías hacia esa persona, que consideró aquella madrugada de abril que tenía que hacer lo que tenía que hacer. Que decidió cumplir con un compromiso moral y se embarcó en aquella, a priori, incierta aventura.
Para más información:
- DUARTE, António de Sousa: Salgueiro Maia. Um homem da liberdade, Lisboa: Âncora Editora, 1999.
- SÁNCHEZ CERVELLÓ, Josep: La Revolución de los Claveles en Portugal, Madrid: Arco Libros, 1997.
- TORRE GÓMEZ, Hipólito de la; SÁNCHEZ CERVELLÓ, Josep: Portugal: la revolución de la democracia, Madrid: UNED, 2001 (VHS).
Rodeado por la Sierra de São Mamede y conectado con una carretera flanqueada de alamedas, distante unos 16 kilómetros de la raya hispano-portuguesa, se encuentra este pueblo portugués del Alentejo. Además de su castillo, su judería y sus fuentes, visitarlo tiene un simbólico aliciente: allí nació en 1944 el capitán Fernando José Salgueiro Maia.
Para muchos españoles, este nombre quizá no les dirá nada. Aunque este desconocimiento haya cambiado mucho gracias al periodista Diego Carcedo, con su libro Fusiles y claveles; y la cineasta Maria de Medeiros, con su película Capitanes de abril (en la que Stefano Accorsi interpreta al propio capitán). Sin embargo, para los portugueses, remite a un episodio crucial de su historia reciente: el 25 de abril de 1974. Ese día, la emisión radiofónica de E depois do adeus y Grândola, vila morena (canciones que se utilizaron como señal) dio paso a un golpe militar, protagonizado por el llamado Movimento das Forças Armadas. Su victoria provocó el fin de una dictadura de 48 años e inició el proceso de Transición a la Democracia.
Salgueiro Maia, capitán de la Escola Práctica de Cavalaria de Santarém, fue el encargado de desarrollar las operaciones militares para tomar los edificios gubernamentales en Lisboa. Sus unidades llegaron al Terreiro do Paço (actual Praça do Comércio), donde se encuentran los ministerios. Cerca, tuvieron un encuentro con fuerzas leales a la dictadura, en la que Salgueiro Maia se jugó el tipo para conseguir que se unieran a la causa.
Después de asegurar el control de los ministerios y con centenares de personas que abarrotaban las calles, aclamando a los soldados, se dirigieron al Largo do Carmo. En esa plazoleta del Chiado, se habían refugiado en el cuartel de la Guardia Nacional Republicana el presidente de la República, almirante Américo Thomaz; el presidente del Consejo, Marcelo Caetano; y varios ministros. Tras un tiroteo y arduas negociaciones, Caetano se rindió y Salgueiro Maia le dio escolta hasta el aeropuerto. Ese día pasaría a la historia como la “Revolución de los Claveles”. Bien por iniciativa de las floristas de Lisboa, bien por la de una camarera de un restaurante que los había comprado, se distribuyeron claveles entre los soldados, que optaron por colocarlos en sus solapas, orejas y las bocas de sus fusiles.
Tras el 25 de abril, Salgueiro Maia nunca se alió al poder político y optó por ocupar responsabilidades estrictamente militares. En 1989 se le detectó un cáncer y, pese a que se sometió a una operación, falleció en abril de 1992. Fue sepultado en su pueblo natal, ante la presencia de los cuatro primeros presidentes de la República tras el 25 de abril: Spínola, Costa Gomes, Ramalho Eanes y Mário Soares.
Dieciocho años después de su muerte, en aquel día de agosto me había prometido a mí mismo no marcharme de Portugal sin ver la tumba del capitán. Gracias a un plano del pueblo, quedaba claro que el cementerio se encontraba debajo de unas pistas de atletismo, situadas al lado de la N246-1 (la carretera de acceso a Portugal desde Valencia de Alcántara).
Efectivamente, no tenía pérdida. Entre unas pistas de atletismo y una planta embotelladora, rodeado de jardines y precedido por el edificio de una iglesia, se encontraba a pocos metros la cancela del cementerio. La emoción me embargaba cuando me introduje en la primera calle.
Una primera ojeada me hizo detenerme en los mausoleos y las tumbas más llamativas, a la par que leía los nombres. Poco a poco, iba acelerando el paso mientras empezaba a preocuparme la posibilidad de no encontrarla. Había tomado la primera calle del cementerio, a la izquierda, y no estaba obteniendo el resultado apetecido. Bajé por otra calle (sería la de la derecha, entrando por la puerta principal) y divisé a unos hombres. Estaba tentado de preguntarles cuando, de improviso, una lápida me sacó de mi desazón. Allí estaba, entre una inscripción dedicada a los caídos y varias tumbas de ex veteranos de guerras coloniales y de operaciones militares en el extranjero.
Ante mis ojos tenía el último reposo del héroe de aquel día, al que había contemplado en fotos y reportajes.
Sé que esta sensación no sería compartida con mucha gente, pero fue un momento mágico: experimentar el vínculo entre el pasado y el presente, entre una realidad que no has vivido directamente y tu cotidianeidad. El silencio del lugar, tan sólo roto por el murmullo de alguna conversación lejana y por los sonidos propios de la naturaleza, así como el paisaje invitaban a reflexionar. Como aprendiz de historiador, era consciente de la necesidad de no idealizar ese pasado reciente (el proceso revolucionario y de transición a la democracia en Portugal resultó complejo). Pero no por ello podía dejar de mostrar simpatías hacia esa persona, que consideró aquella madrugada de abril que tenía que hacer lo que tenía que hacer. Que decidió cumplir con un compromiso moral y se embarcó en aquella, a priori, incierta aventura.
Para más información:
- DUARTE, António de Sousa: Salgueiro Maia. Um homem da liberdade, Lisboa: Âncora Editora, 1999.
- SÁNCHEZ CERVELLÓ, Josep: La Revolución de los Claveles en Portugal, Madrid: Arco Libros, 1997.
- TORRE GÓMEZ, Hipólito de la; SÁNCHEZ CERVELLÓ, Josep: Portugal: la revolución de la democracia, Madrid: UNED, 2001 (VHS).
domingo, octubre 24, 2010
Per construir un bell somni (para construir un bello sueño)
Per construir un bell somni
el primer que cal és estar despert,
mà ferma per dur les brides
i fer-se un projecte a mida
comptant que tot s'encongeix.
Materials de primera.
Amples i profunds els seus fonaments,
a prova de malentesos,
compromisos, interessos
i accidents.
Orientat al sud i protegit dels vents.
Res no cura les ferides com un bell somni.
Qui és que no arrisca la vida per un bell somni?
Què seria de nosaltres sense un bell somni?
Què en faríem, del dia i de la nit?
Per construir un bell somni
cal posar-s'hi a plena dedicació
i estar pendent, a tota hora,
de si riu, si dorm, si plora
com si es tractés d'un nadó.
I pel bé de l'empresa
és indispensable estar assabentat
que a la fi de la proesa
serà una sorpresa
el seu resultat.
Hi ha un bon tros entre els somnis i la realitat.
Res no cura les ferides com un bell somni.
Qui és que no arrisca la vida per un bell somni?
Què seria de nosaltres sense un bell somni?
Què en faríem, del dia i de la nit?
Per construir un bell somni
cal a més a més ser prou eixerit
-quan es gira la fortuna-
per sortir d'entre les runes
i fer-ne un altre, tot seguit.
Para construir un bello sueño
lo primero que hace falta es estar despierto,
mano firme para llevar las bridas
y hacerse un proyecto a medida
contando que todo se encoge.
Materiales de primera.
Anchos y profundos sus fundamentos,
a prueba de malentendidos,
compromisos, intereses
y accidentes.
Orientado al sur y protegido de los vientos.
Nada cura las heridas como un bello sueño.
¿Quién es el que no arriesga la vida por un bello sueño?
¿Qué sería de nosotros sin un bello sueño?
¿Qué haríamos, del día y de la noche?
Para construir un bello sueño
hay que ponerse a plena dedicación
y estar pendiente, a todas horas,
de si ríe, si duerme, si llora
como si se tratara de un bebé.
Y por el bien de la empresa
es indispensable estar enterado
que a finales de la proeza
será una sorpresa
su resultado.
Hay un buen trozo entre los sueños y la realidad.
Nada cura las heridas como un bello sueño.
¿Quién es el que no arriesga la vida por un bello sueño?
¿Qué sería de nosotros sin un bello sueño?
¿Qué haríamos, del día y de la noche?
Para construir un bello sueño
hace falta además ser suficiente vivaracho
-cuando se gira la fortuna-
para salir de entre los escombros
y hacer otro, a continuación.
Joan Manuel Serrat
el primer que cal és estar despert,
mà ferma per dur les brides
i fer-se un projecte a mida
comptant que tot s'encongeix.
Materials de primera.
Amples i profunds els seus fonaments,
a prova de malentesos,
compromisos, interessos
i accidents.
Orientat al sud i protegit dels vents.
Res no cura les ferides com un bell somni.
Qui és que no arrisca la vida per un bell somni?
Què seria de nosaltres sense un bell somni?
Què en faríem, del dia i de la nit?
Per construir un bell somni
cal posar-s'hi a plena dedicació
i estar pendent, a tota hora,
de si riu, si dorm, si plora
com si es tractés d'un nadó.
I pel bé de l'empresa
és indispensable estar assabentat
que a la fi de la proesa
serà una sorpresa
el seu resultat.
Hi ha un bon tros entre els somnis i la realitat.
Res no cura les ferides com un bell somni.
Qui és que no arrisca la vida per un bell somni?
Què seria de nosaltres sense un bell somni?
Què en faríem, del dia i de la nit?
Per construir un bell somni
cal a més a més ser prou eixerit
-quan es gira la fortuna-
per sortir d'entre les runes
i fer-ne un altre, tot seguit.
Para construir un bello sueño
lo primero que hace falta es estar despierto,
mano firme para llevar las bridas
y hacerse un proyecto a medida
contando que todo se encoge.
Materiales de primera.
Anchos y profundos sus fundamentos,
a prueba de malentendidos,
compromisos, intereses
y accidentes.
Orientado al sur y protegido de los vientos.
Nada cura las heridas como un bello sueño.
¿Quién es el que no arriesga la vida por un bello sueño?
¿Qué sería de nosotros sin un bello sueño?
¿Qué haríamos, del día y de la noche?
Para construir un bello sueño
hay que ponerse a plena dedicación
y estar pendiente, a todas horas,
de si ríe, si duerme, si llora
como si se tratara de un bebé.
Y por el bien de la empresa
es indispensable estar enterado
que a finales de la proeza
será una sorpresa
su resultado.
Hay un buen trozo entre los sueños y la realidad.
Nada cura las heridas como un bello sueño.
¿Quién es el que no arriesga la vida por un bello sueño?
¿Qué sería de nosotros sin un bello sueño?
¿Qué haríamos, del día y de la noche?
Para construir un bello sueño
hace falta además ser suficiente vivaracho
-cuando se gira la fortuna-
para salir de entre los escombros
y hacer otro, a continuación.
Joan Manuel Serrat
viernes, octubre 22, 2010
Te quiero (Mario Benedetti)
Tus manos son mi caricia,
mis acordes cotidianos;
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia.
Si te quiero es porque sos
mi amor, mi cómplice, y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada;
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro.
Tu boca que es tuya y mía,
Tu boca no se equivoca;
te quiero por que tu boca
sabe gritar rebeldía.
Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Y por tu rostro sincero.
Y tu paso vagabundo.
Y tu llanto por el mundo.
Porque sos pueblo te quiero.
Y porque amor no es aurora,
ni cándida moraleja,
y porque somos pareja
que sabe que no está sola.
Te quiero en mi paraíso;
es decir, que en mi país
la gente vive feliz
aunque no tenga permiso.
Si te quiero es por que sos
mi amor, mi cómplice y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Mario Benedetti
mis acordes cotidianos;
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia.
Si te quiero es porque sos
mi amor, mi cómplice, y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada;
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro.
Tu boca que es tuya y mía,
Tu boca no se equivoca;
te quiero por que tu boca
sabe gritar rebeldía.
Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Y por tu rostro sincero.
Y tu paso vagabundo.
Y tu llanto por el mundo.
Porque sos pueblo te quiero.
Y porque amor no es aurora,
ni cándida moraleja,
y porque somos pareja
que sabe que no está sola.
Te quiero en mi paraíso;
es decir, que en mi país
la gente vive feliz
aunque no tenga permiso.
Si te quiero es por que sos
mi amor, mi cómplice y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Mario Benedetti
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