viernes, febrero 18, 2005

Elecciones legislativas en Portugal (VII)

"LA VOZ DE GALICIA", viernes 18 de febrero de 2005 (Sección Internacional de la edición digital)

LOS PORTUGUESES PREFIEREN MÁS TRABAJO Y MENOS URNAS
Cita con la urnas en Portugal | La indiferencia
Por primera vez desde que empezó la campaña, ayer hubo comentaristas de distinto signo que dieron por ganador al Partido Socialista


NACHO DOCE
Villa de Mira, 25 kilómetros al sur de Aveiro: «¡Ah!, usted pregunta por las elecciones», se sorprende Nuno Fernandes, uno de los varios cientos de hosteleros que viven del turismo estival en la costa que media entre Oporto y Figueira de Foz: «Lo que necesitamos es más turistas», remacha.

Cuatro de cada diez portugueses, según un sondeo oficial, pasan de la política y dudan de la utilidad de la democracia para gestionar la economía, el gran asunto del país.

En Mira, la tasa de desencantados parece ser mayor: «¿Para qué vamos a votar?», comenta Filipe Costa, cliente de Nuno. En el casco urbano de Mira, que posee una de las playas más concurridas del verano luso, apenas hay una docena de carteles y mucha indiferencia.

Más al sur, en Figueira de Foz, hay exactamente tres grandes cartelones en la plaza, frente al puerto, y un rosario de banderolas en el bulevar, todas de la CDU (coalición PC-Verdes).

En las cafeterías nadie está interesado en hablar de política. Los hay que preguntan qué tal va por España con el PSOE: «A partir del domingo habrá gobiernos hermanos en Madrid y Lisboa», vaticina Pedro, jubilado, que junto a otros tres sesentones son los únicos que hablan de candidatos y partidos.

A 45 kilómetros del mar, en Coimbra, «a cidade do conhecemento», ocurre otro tanto. En el centro sólo hay un chiringuito con propaganda, en los aledaños de la rúa peatonal que bordea el flanco sur del casco histórico. Tres jóvenes del PC reparten propaganda. El resto de los grandes partidos hacen una campaña eminentemente mediática.

¿Y los mítines?. A tres días de la jornada electoral, todos se celebran en las grandes urbes: Lisboa, Oporto, Faro, Braga, Beja... El PS desarrolla la campaña más personalista. Fía el éxito al gancho de su presidenciable, José Sócrates, que en la noche de anteayer se paseó por Lisboa en loor de multitud, más de mil personas seguían la comitiva. Estrechaba manos, sonreía y comentaba que «vamos a tener mayoría».

El líder del CDS-PP, Paulo Portas, es el más sincero y a la vez el más preocupado. Ayer hizo un llamamiento al «voto femenino», pues confía en que los sectores más tradicionales, sobre todo las amas de casa y los funcionarios -Portugal tiene la tasa de empleados públicos más elevada de la UE-, saquen de apuros al CDS-PP, cuyos dirigentes han reconocido que difícilmente les apoyará el 10% de los votantes.

Mientras, en Mira, los verdes que se han coligado con el PC y los ecologistas que apoyan al Bloco de Esquerdas (BE) coinciden en que hay que dejar de plantar eucaliptos en las marismas atlánticas.

Entra en vigor el protocolo de Kioto y el medio ambiente ha irrumpido en la campaña. Pero la crisis económica achucha, la actividad en la construcción ha caído un 30% en los últimos tres años y el negocio de la madera es uno de los pocos que aguanta el tirón.

Este año, Portugal puede emitir un 27% más de gases contaminantes que en 1999, según lo estipulado en Kioto, «pero ya estamos en el 40%», se lamenta por radio Joao Tixeira, candidato del BE, al que le contesta Sofia Araújo, una socialista que bebe cola en un bar de playa: «¿Y qué, vamos a cerrar fábricas? Estos ecologistas se olvidan de que hay que comer todos los días». Las contradicciones se amontonan.

En Coimbra, junto a un quiosco dos hombres comentan que el PSD (partido centrista del primer ministro, Santana Lopes) es el único que puede parar la ola socialista. En cuanto se sienten escuchados sonríen y preguntan: «¿Español?» Y añaden: «Si en España hubiera ganado el PP las posibilidades de Sócrates (PS) serían menores».

Y anoche, en Lisboa, en la Baixa, en torno al Chiado, había militantes del PS ya celebraban la victoria. ¿Se precipitan? Quizá, pero ayer, por primera vez desde que empezó la campaña, hubo comentaristas de distinto signo que dieron por hecho que los socialistas obtendrán mayoría absoluta.


SAMPAIO Y BARROSO, EN CAMPAÑA

"LA VOZ DE GALICIA"- 18/02/05

El jefe de Estado portugués y el presidente de la Comisión Europea, Jorge Sampaio y Durão Barroso, respectivamente, irrumpieron ayer en la campaña. El primero para reclamar «más seriedad y eficiencia» a los candidatos, máxime a los que ganen y tengan la responsabilidad de gobernar. Y el segundo, aunque involuntariamente, protagonizó decenas de críticas o alabanzas por intervenir a favor de su partido, el PSD (centristas), y de quien le sustituyó al frente del Gobierno luso, el candidato Santana Lopes.

Sampaio, que evitó mencionar siglas y nombres propios, subrayó que el gran reto del futuro Ejecutivo será la economía, por lo que, a su criterio, habría que arbitrar un pacto gobierno-oposición. En paralelo, ayer una noticia sacudió el país avalando la tesis de Sampaio: Portugal acusa el porcentaje de paro más alto de los últimos seis años, el 7,1%, aunque los sindicatos la elevan al 13%.

Mientras, Barroso, que ha reconocido sentirse corresponsable de la previsible debacle del PSD, hace oídos sordos y recuerda que presidir la Comisión Europea no restringe sus derechos políticos individuales, de modo que seguirá pidiendo el voto para su partido.

Dirigentes socialistas, comunistas y del Bloco de Esquerdas han comentado que la irrupción de Barroso les favorece: «Nadie más impopular que él, cada vez que habla el PSD pierde votos», comentaba anoche Helena Lima, cuadro socialista lisboeta.

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