miércoles, febrero 20, 2008

El tratamiento a Jaén

Puede parecer un poco "chovinista" y desfasado temporalmente hablar de la Nochevieja jiennense a estas alturas del año. ¿La razón? Quería retomar el blog con un post antiguo remodelado (ya lo publiqué en Cruce de caminos) y tener algún momento de sano ejercicio ciudadano del pataleo. Que propio, ¿no es así? Elegir fechas próximas a la campaña electoral para sacar estos temas. Acaso me voy dando cuenta de la importancia moral del voto (no es un cheque en blanco para los políticos) y que la ciudadanía debe movilizarse a favor de las causas que considera justas.

La pasada Nochevieja Canal Sur retransmitió las campanadas de fin de año desde la Catedral de Jaén. Y, en conciencia, debo protestar por la forma en que se hizo. Entiendo, como me advirtió un amigo mío, que el objetivo no era tanto promocionar la ciudad a través del evento como mantener la audiencia. Pero pienso que una cosa no estaba reñida con la otra.

Según cómo los viví, los hechos sucedieron así:

* 31 de diciembre de 2007, 23:48. El especial de Juan y medio hace una pausa para retransmitir las campanadas desde la Plaza de Santa María, en Jaén.

* 23:50 horas. Los presentadores del especial permanecen en una sala frente a la Catedral, pero sin salir al balcón o mostrar la plaza al fondo. Anuncian que van a hacer un simulacro, original eso sí (con cencerros), pero con poca antelación.

* Al mismo tiempo: En la Plaza se concentran numerosas personas. La iluminación normal de la Catedral se ha apagado y la están mostrando iluminada con focos de colores, sin que se pueda distinguir bien su monumentalidad.

* 0:00 horas. El reloj de la Catedral da los correspondientes tañidos.

* 0:01 horas. La Catedral sigue iluminada con focos de colores y se lanzan desde otro punto de la ciudad fuegos artificiales.

Posibles críticas:

* Cuando una ciudad sale en televisión para algo bueno, sobre todo una ciudad provinciana que debe promocionarse como Jaén, debería cuidarse la imagen que se da de ella (en este caso, de su Catedral, sobre todo si se quiere conseguir que sea declarada Patrimonio de la Humanidad).

* ¿No deberían de haber salido los presentadores al exterior y así ofrecer una visión diferente de la Plaza?

* ¿No podrían haber indicado alguno de ellos o desde los estudios de televisión el orden de las campanadas conforme se iban dando?

* ¿No podría haberse respetado la iluminación normal de la Catedral, apagándose un momento e iluminando su reloj con focos, para luego volver a encenderla tras las campanadas?

Claro que, si alguien lee esto, puede pensar tres cosas:

1. Soy el típico jaenero que critica todas las innovaciones en su ciudad, sean buenas o malas. De esos que decían que el castillo, estas Navidades, parecía un lupanar (por no decir una cosa peor), con la iluminación de colorines; y a los que Jesús Tíscar calificaba en un artículo en el Jaén como "tristes".

2. Que soy un jaenero tradicional cuya crítica esconde una intencionalidad política o un planteamiento sectario (si lo hace tal partido, está mal y pierden el tiempo tratando de convencerme de lo contrario).

3. Que no tengo en cuenta el enorme esfuerzo y trabajo de los profesionales de la televisión (periodistas, realizadores, etc).

Afortunadamente, en esta vida las cosas no son blancas o negras. Todos somos subjetivos y cada cual analiza la realidad en función de sus intereses, formación, ideología, etc. Por tanto:

1. Como ciudadano tengo derecho a criticar lo que creo que podría mejorarse, independientemente del color político del Ayuntamiento o del Gobierno autonómico.

2. Podría haberse hecho de otra manera, pues había medios para ello. No es una jornada cualquiera, son las campanadas de Nochevieja y van a tener una audiencia considerable. Se puede vender una buena imagen de un ciudad.

3. Importantes cargos de la Junta han sido elegidos por los jiennenses. Deberían reclamarle al ente público autonómico (Canal Sur) que se preocupe por promocionar la ciudad donde se retransmiten las campanadas

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