viernes, marzo 16, 2007

El drama de África a través del cine

Ayer fue una tarde-noche completa en cuanto a cine. Empecé viendo la película Vete y vive y terminé la jornada con Diamante de sangre. Como las dos tienen algunos puntos en común, he optado por comentarlas en un único post.

Vete y vive habla de la historia de los judíos etíopes (falashas), que fueron evacuados por Estados Unidos e Israel en 1984 desde Sudán, en un puente aéreo llamado Operación Moises. En medio del caos de refugiados en los campamentos, una mujer cristiana convence a su hijo de corta edad para que se haga pasar por judío y así salvarle la vida. El niño, Schlomo, tendrá que crecer en Israel fingiendo una identidad que no tiene y adaptarse tanto a su familia francesa sefardí adoptiva como al clima de desconfianza de los judíos israelíes hacia su pueblo. Siempre teniendo el recuerdo de su madre, a la que dejó en Sudán.



Desde mi punto de vista, uno de los personajes que más destacan de la película es Yael, la madre adoptiva. Una persona que defiende al niño, que trata de comprenderlo y que manifiesta una gran paciencia con él ante los problemas de convivencia con su familia. También, me gustó mucho el personaje del abuelo, un judío sencillo y tolerante, que le habla a su nieto adoptivo de la importancia de compartir la tierra con los palestinos y del amor. Igualmente, el personaje del policía judío de origen rumano, que anima al protagonista a no dejarse hundir por los comentarios malintencionados.

Diamante de sangre, al igual que Vete y vive, se ambienta en África. Sólo que, esta vez, la trama no se desarrolla entre África Oriental, Francia y Oriente Medio. En este caso, tiene lugar entre Sierra Leona, Sudáfrica y el Reino Unido. En ella, se nos introduce en una Sierra Leona asolada por la guerra civil entre la guerrilla del Frente Unido Revolucionario y el Gobierno. El protagonista, Solomon, es capturado por la guerrilla para trabajar en las minas de diamantes, cuyo producto se vende a traficantes (como el que interpreta Leonardo DiCaprio) a cambio de armas.



De Diamante de sangre me impactó el drama de los niños-soldado, de los refugiados y cómo la población civil es siempre la víctima de los conflictos olvidados en África (al igual que en Vete y vive) y el papel de los mercenarios extranjeros en este conflicto (venta de armas a las guerrillas y, a la vez, apoyo al Gobierno). Incluso, llamaría la atención sobre el papel del maestro de la escuela que intenta rescatar a los niños-soldados y su concepción del ser humano como bueno por naturaleza.

Una de las secuencias de mayor simbolismo es cuando el traficante Daniel Archer (DiCaprio), coge la tierra roja en sus manos y ésta se mezcla con su sangre.

En resumen, podríamos sacar las siguientes enseñanzas de ambas películas:

1. El impacto de la colonización europea en África y del neocolonialismo actual (los países independientes africanos se ven sometidos a la explotación de los intereses extranjeros, bien por el petróleo, bien por los diamantes, bien por colocar a gobiernos amigos, etc).

2. Cómo el amor y tener proyectos de vida son dos grandes valores que ayudan a los seres humanos a enfrentarse a los difíciles retos de la vida (el amor por el hijo, un acto de amor hacia los demás como redención, el afán de superación).

3. La influencia del desarraigo, la sensación de no pertenecer a ningún sitio (como experimenta Schlomo en Vete y vive) o la de morir en tierra conocida (como en Diamante de sangre).

Os animo a ver estas dos películas. Creo que os harán reflexionar.

3 comentarios:

Centro de Espiritualidad y Pastoral dijo...

Te faltó por ver y comentar HOTEL RWANDA y el ÚLTIMO REY DE ESCOCIA, en la línea de las películas sobre África de los últimos años. Sólo he visto VETE Y VIVE

Pereira dijo...

Hotel Rwanda me encantó por el papel que hacía Don Cheadle. De esa película, me quedo con las secuencias en las que éste llama al presidente de la cadena hotelera para despedirse de él antes de que sean asaltadas las instalaciones y cómo su superior se pone en contacto con el presidente de la República francesa, que ordena a los mercenarios que se retiren. También, me impactó el clima de odio y la impotencia o "connivencia" de las fuerzas de la ONU con la matanza en el país.

Respecto a "El último rey de Escocia", no he tenido el placer de visionarla, por lo que no puedo opinar.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

"Vete y vive"...lloré muchísimo!!!