lunes, noviembre 29, 2004

Constitución europea

Ayer, navegando por Internet, consulté la página de la Cadena Ser y me enteré de que existe una web dedicada a la futura carta magna europea. Puesto que quedan 82 días para el referéndum del 20 de febrero, en el que los ciudadanos y ciudadanas deberemos expresar nuestra aprobación o rechazo al texto, conviene ya informarnos acerca de su contenido, de sus posibles repercusiones y hacernos con una opinión al respecto.

La dirección es www.constitucioneuropea.es

A mis veinte años

Ayer, un servidor cumplía ya veinte años de vida, desde que en una fría tarde de finales de noviembre viniera al mundo tras unas complicadas maniobras al volante por parte del que sería su progenitor a fin de llevar al hospital a su mujer, mi madre.
Simplemente, me pongo a pensar y rememoro con nostalgia todo el tiempo que ha pasado desde que tengo pleno uso de razón y me doy cuenta que ha llovido un poco desde entonces, pero que todavía me queda mucho camino por madurar, por adquirir experiencia de la vida, tanto para lo bueno como para lo malo. Y por un lado, deseo con impaciencia que éstas tengan lugar, pero también la incertidumbre de un futuro inmediato me asusta. Entre antes de ayer y ayer tuve tiempo de pensar en estos términos, y esta mañana, cuando subía al Colegio Mayor Loyola desde el callejón de Lebrija, me di cuenta, o por lo menos lo puse en relación, que la misma cuesta del callejón representa en cierto modo mi vida, con sus tramos y recodos, con el esfuerzo de superación personal que supone ir pasando por las diferentes etapas hasta culminar en llano y alcanzar la verja de la entrada al Mayor. Cada recodo, en suma, simboliza una parte de mi maduración hacia la vida adulta, con sus dificultades, sus responsabilidades, pero también con su experiencia, su capacidad crítica (espero), su perspectiva diferente de la vida, etc. Porque todavía me queda sacar fuerzas de la flaqueza y proseguir con mi ascenso, pese a que tenga resbalones y caiga, dado que no he hecho sino empezar a asomarme al mundo que me rodea.
Me gustaría incluir una cita que encontré en un libro de segunda mano de historia económica de España. Estaba anotada en un papel, y como me gustó, no me resisto a incluirla en estas líneas, aunque la ponga en su catalán original, con su correspondiente traducción, corregida merced al ´"asesoramiento filológico" de mi amigo Luis Rovirosa:

"ESFORÇA´T EN EL TEU QUEFER,
COM SI DE CADA DETALL QUE PENSIS,
DE CADA PARAULA QUE DIGUIS,
DE CADA PEÇA QUE POSIS,
DE CADA COP DE MARTELL QUE DONIS,
DEPENGUÉ LA SALVACIÓ DE LA HUMANITAT.
PERQUÈ HO DEPÉN, CREU-HO"

("Esfuérzate en tu quehacer, como si de cada detalle que pienses, de cada palabra que digas, de cada pieza que pongas, de cada golpe de martillo que des, dependiera la salvación de la Humanidad. Porque depende de ello, créelo").

sábado, noviembre 27, 2004

Homenaje a don José Rodríguez Molina en Alcalá la Real

El pasado fin de semana, concretamente el viernes 19 y el sábado 20, se celebraron en Alcalá la Real las V Jornadas de Abadía, que en la edición de este año se dedicaban a homenajear a don José Rodríguez Molina, profesor de Historia Medieval en mi facultad. El lugar en donde se dieron las jornadas era privilegiado: el Palacio Abacial de esta localidad jiennense.
No sabría decir qué me gustó más, si comprobar la gran organización de las mismas por parte de los responsables del área municipal de Cultura (auténticos todoterrenos, que se mueven por hacer más accesible al ciudadano la misma, de formarlo en ciertos valores), que contaban con el mismo presupuesto que cuando empezaron este tipo de actividades hace 12 años; si la calidad científica de las comunicaciones que allí se presentaron (en total, 70 aproximadamente), referidas a temas eclesiásticos o fronterizos; si el prestigio académico o investigador de algunos de los participantes, si mi alegría por el profesor Rodríguez, del que me constaba que en verdad se tenía merecido un reconocimiento a su callada y paciente labor como historiador; el propio entorno de Alcalá o sentir la sensación de conocer un poco mejor a mi padre, quien tuvo la amabilidad de venir conmigo a estas jornadas, en esas conversaciones típicas que sostenemos cuando vamos los dos en el coche.
El profesor, en el momento de la inauguración de las jornadas, expresó con gran humildad unas frases que me gustaron, y que se me quedaron grabadas en la cabeza. Venía a decir como que el trabajo del historiador o del investigador es culto y, en cierto modo, tiene poca trascendencia inmediata (es un trabajo silencioso). Pero que en su caso, pese a todos los sacrificios diarios que había y debía realizar y su rigurosidad y cuidado en todo lo que argumentaba en sus libros, sin pretender ofender a nadie, reconocía que había valido la pena tal esfuerzo, que su contribución venía a representar un granito de arena en la culturización del pueblo y que precisamente la cultura nos hace libres.

A modo de declaración de intenciones

Siguiendo la estela de mis amigos Luis y Juanfer, a los cuales respeto y estimo por su buen hacer y sus iniciativas, me he decidido a escribir en un blog propio. Realmente, ignoro qué saldrá de todo esto, si la inspiración a la hora de escribir afluirá o, por el contrario, será una actividad pasajera (confío en que sea más lo primero que lo segundo). En cuanto a la temática, ronda por mi cabeza la idea de publicar opiniones, reflexiones, inquietudes relacionadas con el mundo en el que me desenvuelvo, la Historia, la Política, etc. En suma, cualquier tema que genere interés de los que llamo "temas trascendentes". Esperemos que este proyecto esté a la altura de las circunstancias. Y, sobre todo, que se disculpe a su autor si su inexperiencia o imprudencia le conducen a expresarse de una forma determinada.