domingo, febrero 26, 2006

El precio político

Ayer tuvo lugar la manifestación de la Asociación de Víctimas del Terrorismo en Madrid, a la que se sumó la cúpula dirigente del Partido Popular. Este hecho no tendría importancia en el sentido de que representa el ejercicio normal de la libertad de expresión por una parte de la ciudadanía. Sin embargo, personalmente, me preocupa el nivel de crispación al que se está llegando en este país por parte de la actual clase política, y sobre todo entre las dos fuerzas principales (PSOE y PP). La manifestación pudo ser legítima, pero en mi humilde entender fue instrumentalizada políticamente contra el Gobierno, al que se le acusaba de ceder ante el terrorismo y contra el propio presidente del Ejecutivo. No es que vaya a defender ni a uno ni a otro (cada cual puede adscribirse a una ideología y partido político determinados y tomar postura en consecuencia y en coherencia con su conciencia y su código particular de valores) ni criticar a las víctimas, que bastante tienen con el recuerdo de sus seres queridos arrebatados por una violencia absurda. Pero quiero romper una lanza en favor del proceso de paz. En Irlanda del Norte, ambas partes tuvieron que sentarse a negociar dicho proceso, lo cual tiene su mérito habida cuenta de la gran cantidad de víctimas a lo largo de varias décadas. Me consta que si eso se hace en España, el partido político que lo proponga lo pagará caro, lloviéndole descalificaciones, críticas hacia su supuesto "entreguismo".
No obstante, señores, sostengo que no sólo se acaba con ETA mediante medidas policiales (lo cual no quiere decir que prescindamos de ellas), ni ilegalizando sus plataformas políticas (dada la base social asentada que tiene, susceptible de orientar su voto a otros partidos), sino también sentándose a negociar. Sí, sé que es duro, sé que puede ofender a ciertas víctimas. Pero, a mi modo de ver, sólo se puede privar de argumentos al uso de las armas desde la vía del diálogo. Un reverendo que participó en las negociaciones del proceso norirlandés afirmó que si se logra sentar en una misma mesa a los moderados de una parte y otra, que son capaces de reconocer una pequeña parte de validez de los argumentos del contrario o empatizar (ponerse en su lugar), se puede avanzar decisivamente en el camino a la paz. En esta línea, el actual gobierno ha sido objeto de ataques, acusándosele de negociar a espaldas de las víctimas. Creo que huelga recordar que en los anteriores ejecutivos se llegó una vez a calificar a ETA como "Movimiento de Liberación Vasco", que se produjo un acercamiento de presos a las cárceles del País Vasco y que otros fueron excarcelados merced a la aplicación del Código Penal de 1973 (ese mismo que rigió en los juicios a otros activistas, que podrán salir de prisión, con las consiguientes críticas de un sector de la oposición al Gobierno por no hacer nada al respecto, sabiendo que en Derecho las leyes no son retroactivas y si uno es juzgado por una legislación determinada, debe respetarse).

5 comentarios:

kism dijo...

Creo que el punto clave de tu artículo es la palabra "también". Se puede negociar, por supuesto, pero, mientras no dejen las armas, no hay que dejar de utilizar la lucha policial y jurídica frente a ETA.

No estoy de acuerdo en la comparación entre las dos negociaciones, la que sostuvo el PP y la que (yo creo que eso no lo duda ya casi nadie) sostiene el Gobierno del PSOE. En ese sentido las negociaciones del Gobierno de Aznar fueron mucho más transparentes, cuando sin embargo este Gobierno dice aún que no mantiene negociaciones (cosa que yo personalmente no me creo). Creo que el PSOE se está equivocando en esto, y que obtendría mayor credibilidad con una mayor transparencia en sus negociaciones.

Pereira dijo...

Probablemente obtendría mayor credibilidad en los términos que tú dices, pero ¿acaso se le dejaría, en este clima de crispación y de empleo de la política antiterrorista como arma arrojadiza contra el Gobierno? Personalmente lo pongo en duda (no por Rajoy, sino por los sectores más radicalizados del PP, que parece que predican que el simple hecho de plegarse a negociar ya equivale a "bajarse los pantalones" delante de la banda terrorista). Que yo sepa, cuando el Partido Popular negoció con ETA, no hubo voces discordantes dentro del PSOE.

kism dijo...

Pues no recuerdo, la verdad, pero, al menos, se dijo claramente que se iba a negociar.

Si realmente el PSOE está negociando con ETA, está engañando a los ciudadanos.

scralk dijo...

Creo que el paralelismo entre el conflicto de Irlanda y el de ETA no es muy afortunado, porque aunque no conozco muy bien el problema de Irlanda del Norte, creo que había víctimas en ambos bandos.Sin embargo, en nuesto caso los dos bandos son: uno los terroristas que ya sabemos de sobra lo que hacen, y otro, el Estado que a lo que se limita es a tener una actuación reactiva, es decir que si un terrorista comete un delito (acción) se le pone una condena de carcel según la legislación vigente (reacción).
Por tanto, yo pienso que el margen de negociación es muy limitado en virtud de que ya existe un estado de derecho que:
1) permite expresar cualquier opinión siempre que se respeten unas reglas
2) castiga por las acciones y no por las personas.

Entonces, ¿que es lo que realmente se puede negociar?

Pereira dijo...

Pues precisamente se debe negociar el fin de la violencia y la disolución de la banda terrorista, como se hizo en 1982 con ETA Político-Militar, que ocnsideró que una vez llegada y asentada la democracia debía dejar las armas. Comparto todo lo que has dicho respecto a los cauces de participación y expresión que ofrece el sistema en la actualidad y siento si el paralelismo pueda no haber sido demasiado afortunado (aunque ten en cuenta que a lo largo de los 38 años de terrorismo etarra han intervenido los aparatos represivos del régimen franquista y después sus restos a través del Batallón Vasco-Español, los GAL, etc. Esto hay gente que lo podría considerar como terrorismo de Estado).