domingo, febrero 26, 2006

Aflicción


Hace tiempo que deseaba escribir sobre lo que me inspiraba este sentimiento (que en el lenguaje de las flores se corresponde con un sauce llorón, como el de la izquierda), por lo que quiero dedicar estas líneas a todas aquellas parejas de amigos que han roto en el último año -o, en su defecto, a aquellos amigos/as que han cortado con su pareja. Disculpadme en el caso de que mi escasa cultura poética me haya impulsado a elegir unos versos poco apropiados.

RAZÓN DE AMOR
Versos 343 a 370

¿Fue como beso o llanto?
¿Nos hallamos
con las manos, buscándonos
a tientas, con los gritos,
clamando; con las bocas
que el vacío besaban?
¿Fue un choque de materia
y materia, combate
de pecho contra pecho,
que a fuerza de contactos
se convirtió en victoria
gozosa de los dos,
en prodigioso pacto
de tu ser con mi ser
enteros?
¿O tan sencillo fue,
tan sin esfuerzo, como
una luz que se encuentra
con otra luz, y queda
iluminado el mundo,
sin que nada se toque?
Ninguno lo sabemos.
Ni el dónde. Aquí, en las manos,
como las cicatrices,
allí, dentro del alma,
como un alma del alma,
pervive el prodigioso
saber que nos hallamos,
y que su dónde está
para siempre cerrado.
Ha sido tan hermoso
que no sufre memoria,
como sufren las fechas,
los nombres o las líneas.
Nada en ese milagro
podría ser recuerdo:
porque el recuerdo es
la pena de sí mismo,
el dolor del tamaño,
del tiempo, y todo fue
eternidad: relámpago.
Si quieres recordarlo
no sirve el recordar.
Sólo vale vivir
de cara hacia ese dónde,
queriéndolo, buscándolo.



Pedro Salinas

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