domingo, octubre 30, 2005

La cultura oral de antaño

Desde pequeño me ha gustado escuchar las pequeñas historietas y "batallitas" de mis abuelos y personas mayores, sobre todo si tenían que ver con la historia de nuestra familia o del pueblo. Creo que en parte estoy más concienciado del dicho que afirma que cuando muere una persona mayor, se cierra o desaparece una biblioteca. Hoy en día vivimos inmersos en una sociedad postalfabetizada (entiéndase por tal aquella en la que la práctica totalidad de la población sabe leer y escribir pero, de hecho, apenas lo hace), condicionada por la cultura audiovisual. No es un exhortación al pasado, mas sí a la nostalgia del mantenimiento de una memoria histórica de la cultura oral. Sirva como botón de muestra el siguiente cuento en panocho (dialecto o habla de la huerta de Murcia), cortesía de mi abuela materna doña Carmen Calatayud, que lo aprendió a su vez de su madre. Dada la dificultad que comportaba transcribir las expresiones, hemos tratado de ponerlas tal y como se pronuncian, respetando el sentir original. Helo aquí:

CUENTO EN PANOCHO

Tenía mi comaire Ramona
Un zagalillo ya casaero
Que ninguna vez en toavía ido a misa
Y su mayre tó el día era reprietalle
Pá que fuera
Hasta que un día le dijo:
<<>>.
Así lo hizo el zagal
Y le contó a su madre el siguiente relato:
<<>>. Cuando a la miaja veo salir
por la puertecilla de la cochinera
un hombre vestío de mujer con una zagalillo detrás.
<<>>.
Y yéndose para un cornijar que allí había,
Sacó un libro muy grande y se puso a leer
Muy bajillo, entre dientes,
Lo mismico, mayre, que cuando los zurreones
Van zumbando por la zepa la oreja,
Lo mismico, mayre.
Pero el zagalillo, que no tenía güenas inróneas,
Le quita el libro al tío y se lo lleva al otro
Lao del cornijar.
El hombre, con mucha carma, pues en algunos
Debía estar la pruencia, por no darle al zagalillo
Un tabarazo en la cepa la oreja
Se jue andado pasiquio tras pasiquio
Y siguió leyendo.
Pero cansao de tanto leer, sacó una copa
Muy grande y se puso a hacerce un refresco.
Y tó se le volvía. Subidlo pá rriba, bajadlo
Pá bajo, pá que la gente lo viera bien.
Y luego después se lo atizó.
No hizo más que atizazelo cuando la gente
Empezó muy enzofoquiná diciendo:
<<>>.
Y volviéndose muy tranquilo, les dijo:
<<>>.
En esto, el zagalillo no hacía más que
Meter inrróneas con un cencerrillo que
Tenía en la mano derecha diciendo:
<<>>.
Y no hacía más que levantarle la ropa
Ezaga por verle la parte más cochina
Del cuerpo.
En fin, mayre, que viendo el pleito mu mal
Parao, y dándome con los tacones en el
Memiquio culo, le fui a dar parte a la
Guardia Zevil >>.


Transcrito en Arbuniel (Jaén), a 23 de julio de 2005.

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